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¿Por qué son importantes las rutinas para los niños?

mamá leyendo un cuento con sus dos hijos

Puntos clave:
1. Las rutinas fomentan el autocontrol al brindar a los niños una sensación de seguridad y previsibilidad.
2. Promueven comportamientos positivos y enseñan conductas responsables.
3. Ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales y mejoran el desarrollo del lenguaje.
4. Facilitan las transiciones para los niños, reduciendo las sorpresas y el estrés.

Ya hemos hablado sobre la importancia de las rutinas y de que estas les dan un sentido de seguridad y predictibilidad a los bebés y a los niños pequeños. Pero ¿exactamente en qué les ayudan y por qué les son tan útiles?

 1) Estimulan el desarrollo del autocontrol

Saber qué es lo que sigue les da a los niños un sentido de seguridad y estabilidad emocional, y los hace sentirse más en control de las situaciones. Por ejemplo, si tu hija sabe que cada día cenan después de jugar, entonces podrá jugar, explorar y aprender sin preocupaciones y estará lista cuando sea hora de sentarse a la mesa.  

2) Promueven las conductas positivas

Las rutinas son como una serie de pasos que guían a los niños hacia ciertas metas. Esto les ayuda a sentirse seguros y a aprender sobre conductas responsables. Por ejemplo, tu hija sabrá que siempre debe darte la mano para cruzar la calle o que debe decir “por favor” cuando pide algo.

3) Ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales

Estas conductas repetitivas ayudan a los pequeños a entender cómo funcionan las interacciones sociales. Poco a poco, comienzan a aprender los patrones de socialización y aquellos elementos que son importantes para una relación, como el compartir, esperar su turno y cooperar. Además, ¡participar en rutinas sociales estimula las habilidades lingüísticas de los niños! 

4) Facilitan las transiciones

A los pequeños se les dificulta mucho pasar de una actividad a otra. Sin embargo, tener una rutina diaria y predeterminada de actividades ayuda a que las transiciones fluyan mejor. Por ejemplo, una rutina vespertina puede ser jugar, cenar, cepillarse los dientes, ponerse el pijama, leer un cuento e irse a dormir. Este tipo de secuencias lógicas les indica a los niños qué esperar, así que no se sorprenden cuando, por ejemplo, la hora del juego se termina.

5) Proveen oportunidades de aprendizaje

Aunque a nosotros nos parezcan aburridas, para los niños las rutinas cotidianas son excelentes y divertidas herramientas de aprendizaje. ¡Inventa un cuento sobre las actividades del día y cuéntaselo a tu hija! Esto le ayudará a hacerse consciente de sus experiencias y emociones, y le dará sentido a los eventos de su vida.

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