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13 trucos para que tu bebé duerma la siesta – (Siestas del bebé)

siestas del bebé

Saber cómo hacer que tu bebé se duerma durante el día puede ser un desafío, ¡pero las siestas del bebé son igual de importantes que dormir por la noche!

El sueño es fundamental para todos los seres humanos y aún más para los bebés. Que tu hijo duerma por la noche es tan importante como tomar una o varias siestas durante el día. Después de todo, durante los períodos de descanso el cerebro de tu pequeño almacena toda la información que ha recibido.

Además, las siestas ayudan al desarrollo de tu bebé, ya que pueden expandir los procesos cognitivos y hacerlo aún más feliz. ¡Así es! Una pequeña siesta también ayuda a prevenir trastornos del comportamiento, como la irritación y la ansiedad.

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Pero, ¿cómo hacer que tu pequeño duerma durante el día? Las siestas del bebé a veces pueden ser un verdadero desafío, ¿verdad? Para ayudarte, hemos preparado 13 consejos prácticos. ¡Sigue leyendo!

1. Calma a tu bebé

Una de las grandes dificultades para lograr que tu bebé se duerma durante el día es la necesidad de «bajarle la energía» primero. El día suele estar lleno de actividades, estímulos y diversión, y es natural que tu pequeño no quiera renunciar a todo esto para dormir. Por esta razón, cuando comienzan a batallar, los padres y cuidadores suelen abandonar la siesta.

Para facilitar este proceso, trata de calmar a tu niño momentos antes de la hora estipulada para la siesta y mantén la higiene del sueño. Apaga la televisión y otros aparatos electrónicos al menos media hora antes, reduce la intensidad del juego, no le ofrezcas comida pesada e intenta bañar a tu bebé para que se relaje.

2. Haz que el ambiente sea cómodo

Idealmente, el ambiente para dormir la siesta debe estar más iluminado que por la noche (pon una media luz o una cortina delgada para suavizar la luz del sol) y la temperatura debe ser agradable. Durante el día hace más calor, pero también puede hacer más viento.

Además, no es recomendable mantener un silencio total en la casa: continúa el ritmo de tus actividades y las de los demás miembros de la familia para que tu bebé entienda que el sueño durante las siestas es diferente.

3. Programa las siestas del bebé en su rutina

Al igual que con la rutina nocturna, es importante tener horarios regulares durante las siestas. Si el niño comprende que es hora de descansar un poco y que, en cuanto se despierte, los juegos continuarán, aceptará mejor la siesta y, en consecuencia, las dificultades disminuirán.

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Por eso, es importante hacer que el bebé se duerma siempre a la misma hora del día. Para hacer esto, presta atención al ritmo de tu hijo: tú, mejor que nadie, podrá saber cuántas veces necesitará dormir, por cuánto tiempo, etc.

Después de observar los momentos en que tu bebé está más cansado, anótalos y trata de establecer las siestas todos los días a la misma hora. Además, crea un «ritual» que le indique al bebé que es hora de descansar: dale un baño, lee un cuento, jueguen algo tranquilo, etc. ¡Elige lo que mejor les funcione!

4. No compares a tu hijo con otros niños

A la hora de establecer la rutina de tu bebé y ajustar las siestas, evita compararlo con otros niños: cada bebé tiene su propio ritmo. Lo ideal es estar atento a las señales de cansancio, ¡pero ojo!: Los niños nunca quieren dejar de jugar, por lo que las ganas de descansar no serán tan evidentes.

Unos consejos para darte cuenta de esto es observar si tu pequeño se queda dormido cuando va en el coche, si se pone irritable y si se «desmaya» a veces porque está excesivamente cansado. Obsérvalo para saber si está durmiendo menos de lo necesario y ajusta la rutina de las siestas.

5. Ajusta las siestas del bebé con regularidad

Al adaptar la rutina de tu bebé, recuerda que, a medida que crece, su necesidad de dormir tiende a disminuir gradualmente. Aunque cada niño es único, se esperan los siguientes patrones:

  • De 1 a 3 meses: Entre 15 y 17 horas de sueño por día. Aproximadamente de 9 a 10 horas por la noche, más varias siestas durante el día.
  • De 6 a 12 meses: Entre 14 y 15 horas de sueño por día. De 10 a 11 horas por la noche, más 2 o 3 siestas (de 1 a 2 horas cada una) durante el día.
  • De 12 a 24 meses: Entre 13 y 14 horas de sueño por día. Como 10 a 11 horas por la noche, más 1 o 2 siestas (de 1 a 2 horas cada una) durante el día.

Sabrás que tu bebé está listo para disminuir el número de siestas cuando comience a ofrecer mucha resistencia durante el tiempo programado para descansar. Además, es posible que tenga aún más dificultades para dormir la siguiente siesta o en la noche, porque durmió más de lo necesario durante el día.

Sin embargo, ten en cuenta la posibilidad de que se produzcan cambios en el sueño durante etapas de desarrollo acelerado o debido a molestias, como la salida de los dientes. En tales casos, tu bebé tendrá dificultades para dormir durante unos días, pero eso no significa que esté listo para saltarse las siestas.

6. Establece horarios de juego

Además de una buena rutina que le da al niño una sensación de previsibilidad, para dormir con facilidad necesita estar cansado. Cuando organices horarios de actividades para tu bebé, asegúrate de incluir algunos juegos antes de la siesta.

Si la idea es dormir justo después del almuerzo, llena la mañana con actividades más animadas: un paseo por el parque, actividades físicas, canciones para cantar y bailar juntos, y muchos juegos en casa. Lo importante es darle la oportunidad de moverse, ofreciéndole diferentes incentivos para gastar mucha energía.

7. Habla, canta y léele a tu bebé

Tanta emoción requerirá un contrapunto, ¿no? Como ya dijimos, necesitarás calmar a tu hijo antes de ponerlo a dormir la siesta. Incluso después del ritual habitual: baño, almuerzo, etc; es común que tu pequeño se mantenga agitado a la hora de acostarse.

En ese momento, tu voz puede ser un gran aliado. A tu bebé le encanta escucharte, incluso si todavía no entiende lo que le dices. Habla con él, canta suavemente o léele un cuento. El simple sonido de tu voz lo hará sentirse amado y en paz, ayudándolo a relajarse y quedarse dormido.

8. Enséñele a tu hijo a dormirse solo – (Siestas del bebé)

Es común estar menos cansado durante el día que durante la noche. Por lo tanto, puede ser más fácil intentar enseñarle a tu hijo a dormirse solo durante sus siestas.

A la hora establecida, sigue el método que desees y que se acomoda a tu familia y sigue sus pasos. Puedes, por ejemplo, acostarte al lado de tu niño en la cama o junto a la cuna e insistir en que es hora de descansar, esperando a que se duerma solo.

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Además, trata de que las condiciones ambientales sean propicias para la siesta, como mencionamos anteriormente. Pronto, tu hijo te pedirá ese pequeño descanso, tal como a menudo nosotros tomamos una siesta por la tarde.

9. Coloca a tu bebé aún despierto en la cuna

Si tu bebé aún es pequeño, lo normal es comenzar el proceso de la siesta mientras lo cargas en brazos, pero es importante colocarlo en la cuna cuando aún está despierto. Lo más recomendable es que arrullarlo sea solo el punto de partida, porque si tu bebé se queda dormido en tus brazos, puede despertarse cuando lo transfieras a la cuna y necesitarás volver a mecerlo.

Además, si acuestas a tu hijo despierto en la cuna, aprenderá a dormirse solo. Esto es fundamental, sobre todo cuando duerma por la noche, porque sabrá volver a dormirse tras despertar. Los hábitos creados durante las siestas del bebé se transferirán fácilmente a la hora de dormir, por lo que es bueno acostumbrarse de esa manera.

10. Espera un momento antes de ir a ver a tu hijo

Despertarse por la noche es normal y esto también puede ocurrir durante la siesta del día, así que espera un poco antes de ir a la habitación del bebé cuando lo escuches llorar. También, hay algunos bebés que les cuesta quedarse dormidos en presencia de sus padres, por lo que alejarse cuando aún están despiertos puede ser una buena estrategia.

Del mismo modo, espera un poco si comienza a quejarse, ya que es probable que poco después se quede dormido solo y sin ayuda. A menudo, ese llanto significa que tu hijo está casi dormido y tu presencia puede despertarlo nuevamente.

11. No dejes que tu bebé se duerma llorando

Por otro lado, evita dejar a tu bebé llorando en la cuna hasta que se duerma del cansancio, ya que esto puede llevar a una asociación negativa entre el lugar donde duerme y las sensaciones de estrés y ansiedad. Además, llorar solo a menudo puede hacer que se sienta abandonado.

Esto perjudica el desarrollo de un apego seguro, que implica sentimientos de protección, confianza y autoestima. Según el psiquiatra John Bowlby, los dos primeros años de vida son fundamentales para la formación de vínculos afectivos, lo que, a futuro, se reflejarán en todas las relaciones interpersonales del niño. 

12. No impidas que tu hijo se duerma – (Siestas del bebé)

Es cierto que cansar a tu bebé puede hacer que se duerma más fácilmente, pero no exageres, ¿eh? Si tu hijo permanece despierto durante mucho tiempo, esto puede ponerlo aún más alerta. Lo ideal es acostarlo antes de que muestre señales de cansancio.

Por supuesto, es importante estimularlo y ayudarlo a hacer descubrimientos con diversas actividades a lo largo del día. Sin embargo, es igualmente valioso dejarlo descansar entre estas actividades, para no sobre estimularlo y, como consecuencia, que tenga dificultades para dormir.

13. Sé paciente

Por último, recuerda que establecer la rutina de las siestas del bebé puede ser complicado y que, a medida que crece, el grado de dificultad puede aumentar. Las llamadas regresiones de sueño también son comunes, pero dormir durante el día es lo mejor para tu hijo, para su crecimiento, desarrollo y bienestar.

Esperamos que nuestros consejos sobre cómo hacer que tu bebé duerma la siesta te sean de utilidad. Recuerda que para dormir bien por la noche, tu hijo necesita descansar durante el día, y que es más fácil ser firme y consistente durante el día que por la noche, cuando tú también tienes sueño.

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