Puntos clave:
1. Apego seguro en los primeros años es crucial para el desarrollo emocional.
2. Ambiente positivo fomenta confianza y autoconciencia.
3. Música promueve comprensión y autorregulación.
4. Música fortalece autoconfianza y vínculos familiares.
Durante sus primeros años de vida, los bebés desarrollan un apego seguro con sus padres. Este vínculo dependerá de la calidad de las interacciones que tengas con tu pequeño, e incluye toda la comunicación no verbal y tus respuestas a sus movimientos, gestos y sonidos. La forma en como contribuyes a este apego seguro determinará cómo es que tu hijo interactuará, se comunicará y desarrollará relaciones personales a lo largo de su vida.
Durante los primeros años, el tipo de cuidado emocional y físico que le des a tu bebé sentará las bases para su futuro desarrollo cognitivo y socioemocional. Un ambiente positivo, estimulante y cariñoso promoverá el apego seguro entre ustedes dos. Eso significa que el vínculo que comparte contigo lo hace sentirse seguro y promueve el desarrollo óptimo de su sistema nervioso. También le ayuda a tener un autoconocimiento saludable y las bases para confiar en los demás. Un apego inseguro no le dará seguridad al niño y resultará en confusiones sobre su identidad y dificultad para relacionarse con los demás.
Las experiencias musicales juegan un rol importante en la construcción de conexiones neuronales para las habilidades sociales. Investigaciones muestran que las interacciones musicales tempranas entre padres e hijos le da a los padres más información sobre los movimientos de sus bebés. En un estudio sobre los bebés y las canciones de cuna, las madres comentaron que el canto les facilitaba entender mejor las respuestas de sus hijos a la par que mejoraba sus sentimientos con respecto a la maternidad. Las canciones de cuna también sirven para promover la autorregulación. Cuando calmas a tu bebé, le enseñarás la habilidad para calmarse solo y lo prepararás para adquirir futuras habilidades de manejo de emociones y necesidades. También puedes trabajar la autorregulación con tu hijo bailando al ritmo de la música y deteniéndose cuando la canción se termina.
Experimentar con música también le dará a tu pequeño la oportunidad de desarrollar su confianza en sí mismo y su autoestima. Cuando cantes con él, mantén el contacto visual e incluye su nombre en las canciones; fíjate qué canciones o ritmos disfruta más. Animar interacciones tan simples como agitar una sonaja o jugar con un tambor harán que tu hijo se sienta capas y competente. Recuerda que él aprende mucho por imitación, así que si le muestras cómo usar un instrumento luego podrá manipularlo solo. Esto te da la oportunidad de practicar el esperar su turno y compartir. Traten de compartir los instrumentos o repetir los sonidos por turnos para crear su propia melodía. No solo se divertirán mucho, sino que estimularás el vínculo con tu hijo y fortalecerás tu relación con él; esto contribuirá a su bienestar emocional.
Sigue leyendo la segunda parte de este artículo para saber más sobre el impacto de la música en el desarrollo socioemocional de los niños.
7 Responses