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¡Estimula las habilidades cognitivas de tu hija a través de la música!

bebé viendo a su madre tocar la guitarra

Puntos clave:
1. La música impacta positivamente en el desarrollo cerebral y la motivación para aprender.
2. La música mejora la memoria y las funciones cognitivas en los niños.
3. Las actividades musicales activan habilidades de pensamiento y motoras.
4. La exposición a diferentes géneros musicales y sonidos ambientales es beneficiosa.

Es bien sabido que la música tiene un efecto positivo en el cerebro, incluso los bebés reaccionan a ella dentro del vientre. La música contribuye a la alegría de crear algo y fomenta una mayor motivación a la hora de aprender. Piensa en cómo te sientes al escuchar música, ¿tu humor cambia? Lo mismo pasa con tu pequeña. El valor de la música en la educación infantil es un tema de debate entre los investigadores. Sin embargo, lo importante no es que tu hija sea la próxima Mozart, sino que la expongas a experiencias positivas que contribuyan a su desarrollo.

¿Cuántas veces has tenido pegada una canción en la cabeza? Sabemos que la música puede arraigarse fácilmente en nuestro cerebro. Estudios demuestran que la música mejora la memoria, reconocimiento y atención de pacientes con Alzheimer. Las resonancias magnéticas también han demostrado que el lóbulo temporal izquierdo de los músicos es más grande que el de quienes no son músicos, y que el primer grupo tiene funciones cognitivas más desarrolladas. Como la memoria verbal se localiza en el lóbulo temporal izquierdo, se ha demostrado que la música ayuda a la memoria. Un estudio que comparó a adultos que recibieron entrenamiento musical antes de los 12 años con adultos que no estudiaron música demostró que el entrenamiento musical durante la infancia tiene efectos positivos a largo plazo en el ámbito de la memoria verbal.

Cuando tu hija baila, aplaude al ritmo de una canción, reconoce diferentes instrumentos musicales o canta parte de la letra de una canción se activan importantes habilidades de pensamiento y procesos cognitivos. Conforme explore los instrumentos musicales (por ej. Al tocar una tecla para hacer un sonido), ella estará experimentando con la causa y efecto y descifrando cómo funcionan los objetos. Aprenderá nuevos conceptos y cómo emitir diferentes sonidos, notará que algunos son mas graves que otros y cómo cada uno tiene su propio patrón y ritmo. En su cerebro, su memoria y circuitos del lenguaje se activan para crear conexiones que relacionen la atención y la concentración. Incluso incorporará habilidades de motricidad fina y gruesa cuando baila o manipula algún instrumento.

El entrenamiento musical también se ha asociado con las funciones ejecutivas. Estudios descubrieron diferencias significativas entre los niños que estudiaron música y los que no, sobre todo en las áreas de razonamiento, discriminación de sonidos y tareas motrices. Además, se encontró una correlación positiva entre la inteligencia no verbal y la aptitud musical. Gracias a la experiencia de usar diferentes instrumentos o escuchar varios tipos de música, los niños pueden hacerse conscientes de las diferencias de volumen y tono. Investigaciones notaron que bebés de 4 meses son capaces de distinguir entre diferentes tonos de voz. También se ha asociado a la música con las funciones ejecutivos y el control inhibitorio. Cuando los pequeños entienden la música, también desarrollan habilidades espacio temporales que, más adelante, les servirán para las matemáticas y la resolución de problemas. Se descubrió que incluso los juegos musicales grupales tienen un efecto positivo en las habilidades lingüísticas de los niños de preescolar.

Algunos consejos:

  • Expón a tu pequeña a diferentes géneros de música y deja que interiorice varios ritmos y melodías.
  • Explora los diferentes sonidos ambientales: la lluvia, el timbre de la puerta, los grillos, el teléfono, la ducha, los pájaros. Hablen sobre ellos, identifiquen sus favoritos y traten de imitarlos.
  • Experimenten con diferentes movimientos cuando pongan alguna canción: aplaudan, lleven el ritmo con el pie, suban y bajen los brazos o usen percusiones para reforzar los patrones rítmicos. Si no tienen instrumentos musicales, usen su creatividad para hacer algunos usando materiales que encuentren en casa.

Lo importante no es hacer música armoniosa, sino explorar los sonidos y exponer a tu hija a diferentes ambientes de aprendizaje.

 

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