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Los primeros movimientos de tu bebé y su coordinación

bebé boca abajo fomentando su desarrollo motor

Puntos clave:

  1. Los primeros seis meses de vida de un bebé son un período crucial para el desarrollo motor.
  2. Los padres pueden fomentar el desarrollo motor proporcionando estimulación sensorial, tiempo boca abajo y juego interactivo.
  3. A medida que los bebés desarrollan fuerza, coordinación y control, pasan de reflejos simples a movimientos más complejos, como agarrar objetos y sentarse.
  4. A los seis meses, los bebés ganan independencia y sienten más curiosidad por su entorno, lo que prepara el escenario para una mayor exploración y hitos del desarrollo.

Anteriormente, explicamos que la vista de tu bebé es una de sus principales herramientas para aprender y absorber todo tipo de información sobre el mundo que la rodea. Los primeros seis meses de vida de tu bebé son un periodo muy importante en el que ella desarrollará su coordinación ojo-mano, una habilidad que utilizará todos los días por el resto de su vida. Durante estos meses, notarás que tu hija comienza a fortalecerse y hacer movimientos con el afán de explorar sus alrededores.

Desarrollo motor mes a mes

Primer mes

Durante este mes, tu pequeña comenzará a adaptarse a su ambiente. Este será un periodo de adaptación para ella, por lo que necesitará que te pongas en sus zapatos y atiendas a sus necesidades. El contacto piel con piel la hará sentirse segura y amada. Ayúdale a relajarse masajeando sus manos, pies y rostro. Masajea suavemente sus manos y plantas de los pies usando los pulgares, y acaricia sus orejas y pasa tus dedos desde sus cejas hasta su barbilla, en un movimiento en forma de corazón.

Sus ojos serán lo primero que moverá, y aunque solo pueda ver a unos 30 cm de distancia eso será más que suficiente para verte. Tal vez trate de mirar hacia las voces que conoce y dé pataditas cuando se encuentre boca arriba. Conforme se vaya sintiendo más segura, notarás que comienza a abrir sus puñitos.

Estos serán sus primeros movimientos para conocer el mundo. Haz que se sienta segura en un espacio donde puede relajarse mientras la meces con movimientos rítmicos y la cargas en posición fetal contra tu pecho. Así sentirá tu cuerpo y se sentirá protegida.

Segundo mes

Durante este mes, notarás cómo tu amor y caricias ayudan a que tu hija se sienta suficientemente segura como para estirarse. Pasar tiempo boca abajo le ayudará a estirar las manos y piernas. Tenerte a ti o a un juguete llamativo frente a ella la animará a levantar un poco la cabeza.

Estas interacciones estimularán su vista, control de cabeza y fuerza muscular. Desde que descubrió sus manos tal vez trate de observarlas o agite sus brazos cuando esté emocionada. Después de muchos intentos, podrá llevarse las manos a la boca y chuparse los dedos para tranquilizarse.

Desarrollo motor al tercer mes

Ahora tu pequeña tal vez sea capaz de sostener un pequeño objeto. Podrá sostener la parte superior del cuerpo cuando está boca abajo y hasta tratará de alcanzar objetos que estén frente a ella.

Notarás una transformación impresionante: tu hija pasó de ser una recién nacida indefensa a una bebé muy activa y curiosa. Sus movimientos serán mucho más coordinados y podrá seguir objetos en movimiento o agitar una sonaja. También adquirirá más control y fuerza muscular. Podrá empujarse con sus piernas cuando la sostengas sobre una superficie firme.

También verás que su cuerpo está mucho más relajado; tal vez se entretenga abriendo y cerrando los dedos, o pateando y levantando las piernas. Estimula su autodescubrimiento y juego creativo creando un área de juegos para ella. Usa una cobija suave y juguetes ruidosos para animarla a descubrir nuevos movimientos con los pies, ojos y manos.

Cuarto mes

Este mes, tu bebé estará más atente y será capaz de abrir su mano cuando le des algo, esperando el contacto. Le encantará jugar con sus pies cuando esté boca arriba y seguir el movimiento de juguetes coloridos.

Estos últimos meses le han ayudado a establecer el control muscular necesario para realizar retos más difíciles, como voltearse o sentarse. Verás que será capaz de soportar su peso cuando la sostienes sobre una superficie firme. También notarás que cada día es más fuerte y hasta intentará sentarse cuando la jales de las manos. Con el tiempo podrá mantenerse sentada apoyando la espalda contra un cojín o un mueble.

Aunque ya esté realizando acciones más complicadas, es importante que siga pasando tiempo boca abajo. Con ello seguirá practicando sus movimientos y coordinación, fortaleciendo su cuello, hombros y tronco. Acuéstense boca abajo a ver un libro colorido, ella estará fascinada y tratará de alcanzar el libro y tocarlo.

Quinto mes

Tu pequeña se ha hecho tan fuerte que ahora es capaz de sostener objetos más grandes. No solo tratará de alcanzar juguetes cuando esté boca abajo, sino que logrará su cometido.

Su pecho y brazos se habrán fortalecido tanto que comenzará a sostenerse sobre ellos y a arquear la espalda para levantar el pecho. Esto fortalecerá la parte superior del cuerpo y preparará a sus músculos para mantenerse estables y erguidos mientras esté sentada. Los movimientos de tu hija serán tan coordinados que podrá agarrar un juguete con las dos manos al mismo tiempo.

Usa varios sonidos para que ella los siga y voltee hacia ellos. Usa un espejo para estimular su exploración y autoconocimiento. Verás que por curiosidad trata de tocarlo y explora partes del cuerpo que no conocía. Con cada movimiento estará aprendiendo sobre equilibrio y distribución de peso.

Sexto mes

Gracias a tu amor y dedicación, tu hija estará lista para sentarse sin apoyarse en nada.

Sus movimientos serán tan fuertes y coordinados que podrá sostener dos objetos al mismo tiempo. Una mayor coordinación ojo-mano también le permitirá transferir objetos de una mano a la otra. Su torso tendrá la fuerza suficiente como para voltearse hacia un lado u otro y comenzará a practicar cómo pasar de estar acostada a sentarse sin ayuda.

Estas exploraciones despertarán su curiosidad sobre aquello que la rodea. También se volverá más consciente de las diferentes sensaciones y verás que hace pequeños movimientos como estirar los dedos de los pies o acariciar las cosas para sentir diferentes texturas.

¡Sigan así! ¡Muy pronto, tu pequeña estará realizando movimientos más amplios gracias a su desarrollo motor y alcanzando hitos importantes como gatear o caminar!

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