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Qué es y cómo practicar la higiene del sueño en bebés

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La higiene del sueño es un conjunto importante de hábitos que ayudan a que los bebés se duerman más fácilmente y tengan un sueño de calidad.

Cuando un bebé nace, una de las cosas que más escuchan los padres es que no dormirá bien durante mucho tiempo. Esto se debe a que los recién nacidos tienen horarios de sueño erráticos y tienen la necesidad de alimentarse por la noche. Por lo tanto, los pequeños suelen esforzarse mucho para conciliar el sueño. Pensando en ello, ¿has oído hablar de la higiene del sueño en bebés?

Así como nuestro cuerpo necesita higiene para mantener la salud, necesitamos buenos hábitos de sueño para dormir bien. De lo contrario, nos veremos privados de varios beneficios que puede ofrecer una buena noche de sueño. Con los niños, esto no es diferente.

¿Quieres saber cómo practicar la higiene del sueño con tu bebé? Sigue leyendo, porque en este post te contamos más sobre el tema. ¡Echa un vistazo!

¿Qué es la higiene del sueño y cuál es su importancia?

Como decíamos, la higiene del sueño es un conjunto de hábitos que te ayudan a conciliar el sueño y tener un sueño de calidad. Después de todo, no basta con dormir varias horas seguidas; el sueño debe ser estimulante, especialmente cuando se trata de niños.

La dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido puede provocar varios problemas, tanto de comportamiento como de salud. El mal humor, la irritabilidad, la dificultad para prestar atención, el aumento de peso y un sistema inmune débil pueden estar relacionados con la falta de sueño.

Por otro lado, los niños que duermen bien tienen más probabilidades de tener un sistema inmunológico óptimo, además de estar de mejor humor. La buena noticia para los padres de bebés que duermen poco es que los problemas a la hora de dormir se pueden resolver con una buena rutina de sueño.

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Su éxito depende de la coherencia y consistencia con la que se practique. Sabemos que al principio puede resultar difícil, ya que los bebés pueden no reaccionar bien a los cambios. Sin embargo, es fundamental no darse por vencido, porque pronto tu pequeño se adaptará a la rutina.

Vale la pena decir que si, incluso con una rutina de sueño, tu hijo no puede dormir bien, debes buscar ayuda profesional. Habla con tu pediatra para ver si hay otros problemas que impidan que tu pequeño descanse bien.

¿Qué caracteriza al sueño de un bebé?

Primero, hay que decir que la rutina de sueño no es la misma para todos los bebés y niños, ya que cada fase requiere diferentes horas de sueño al día. Hasta los 6 meses, los pequeños no tienen ciclos regulares de sueño. Los recién nacidos, por ejemplo, duermen de 16 a 17 horas al día, pero de 1 a 2 horas a la vez.

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Conforme el niño crece, su necesidad de horas de sueño disminuye. Es por eso que tu hijo duerme cada vez menos a medida que crece. Recuerda que lo importante no es que tu bebé duerma toda la noche sin despertarse, sino que cuando se despierte durante la noche pueda volver a conciliar el sueño enseguida.

¿Cómo aplicar la higiene del sueño en mi bebé?

Ahora que ya sabes lo importante que es la higiene del sueño en bebés, ¿qué tal si aprendes algunos consejos para practicar este hábito? A continuación, consulta nuestras sugerencias.

Higiene del sueño en bebés

Los bebés no saben que, después de dormir, podrán despertarse y seguir jugando o ver a mamá, por ejemplo. Por eso son tan reacios a dormir.

Establecer una rutina de sueño ayudará a tu pequeño a comprender que puede volver a jugar después del descanso. Así que trata de mantener los mismos horarios para el baño nocturno, la canción de cuna, el cuento, el masaje u otras actividades que ayuden a tu bebé a relajarse.

Acuesta a tu bebé cuando tenga sueño pero aún esté despierto. Aprender a dormirse solo le ayudará a volver a conciliar el sueño cuando se despierte durante la noche. Cuando necesites cambiarlo o alimentarlo por la noche, trata de no despertarlo ni estimularlo.

Si tu bebé se despierta y llora, trata de calmarlo sin encender la luz. Si el llanto continúa, verifica si tu pequeño tiene hambre; si su pañal está frío, sucio o mojado; o cualquier otra cosa que pueda estar molestándolo. Un buen consejo es jugar y realizar actividades durante el día mientras el pequeño está despierto. De esa forma, podrá dormir más por la noche.

Higiene del sueño en niños de preescolar

Los niños en edad preescolar también pueden ser un desafío para los padres a la hora de acostarlos. Tienden a resistirse a dormir, especialmente si el resto de la familia permanece despierta. En este caso, es importante establecer un horario regular para que tu hijo comprenda que es hora de irse a la cama.

Establece horarios para dormir y sé constante todas las noches. Un baño y una actividad tranquila pueden ayudar a tu hijo a relajarse y, en consecuencia, a inducir el sueño.

Los niños de esa edad suelen estar apegados a un objeto. Si no hay peligro, como que tenga botones y cintas, puedes dejar que tu hijo se lleve el juguete a la cama.

Antes de acostar a tu hijo, asegúrate de satisfacer todas sus necesidades, como el hambre o la necesidad de ir al baño. Esto evitará que se despierte por la noche y pierda el sueño.

¿Cuál es el ambiente ideal para dormir?

El medio ambiente hace toda la diferencia a la hora de dormir. Una cama o cuna cómoda, una temperatura agradable y silencio o música suave son capaces de relajar a tu hijo y hacer que se duerma más rápidamente.

De hecho, ¿sabías que la hormona del sueño, la melatonina, depende de la oscuridad para ser producida? ¡Así es! Regula nuestro organismo según la luz. Por lo tanto, es importante que la habitación de tu pequeño tenga poca luz para que pueda producir la cantidad adecuada de esta hormona.

Finalmente, en algunas ocasiones los “estirones” pueden cambiar los patrones de sueño de los bebés, haciendo que se despierten con más frecuencia por la noche. Entonces, si incluso con la higiene del sueño tu hijo cambia su comportamiento al dormir y se le dificulta conciliar el sueño, puede ser que esté pasando por una de estas fases.

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