¿Recuerdas la última vez que escuchaste a tu bebé llorar? ¿Qué hiciste para consolarlo? Si eres como la mayoría de los padres, es probable que hayas intentado alimentarlo, cargarlo, mecerlo, hacerlo eructar y distraerlo, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo tardaste para que uno de ellos funcionara?
Aunque estas técnicas pudieron haber funcionado, seguramente no has considerado otra herramienta muy poderosa y sencilla para calmar a tu bebé: ¡el canto!
Un nuevo estudio de la Universidad de Montreal encontró que cantar canciones infantiles tiene la capacidad de hacer que los bebés dejen de llorar, ¡similar al efecto que tiene mecerlos o cargarlos! De hecho, los bebés en el estudio se mantuvieron tranquilos el doble de tiempo al escuchar una canción (incluso si no la conocían previamente), en comparación a cuando escuchaban a alguien hablar (sin importar si se trataba de habla infantil o no). Los hallazgos son importantes porque muchas madres les hablan más a sus hijos, en vez de cantarles, ¡y se están perdiendo la gran oportunidad de beneficiarse de las propiedades emocionales y de regulación que ofrece el canto!