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Siestas de contacto: una forma gentil de ayudar a tu bebé a dormir

Para los nuevos padres, no hay nada más precioso que ver a su recién nacido durmiendo pacíficamente. Sin embargo, hacer que un bebé duerma puede ser un verdadero desafío, especialmente cuando atraviesan las primeras etapas de desarrollo. Es por eso que muchos padres están recurriendo a las siestas de contacto, o “contact naps”, como una forma gentil y efectiva de ayudar a sus bebés a dormir.

En este artículo, explicaremos qué son los contact naps y cómo pueden beneficiar los patrones de sueño de tu bebé.

¿Qué son las siestas de contacto?

El término siesta de contacto, o “contact napping”, se utiliza para describir la práctica de sostener a su bebé mientras duerme. Esto puede implicar colocar al bebé en una bandolera, un portabebé o simplemente sostenerlo en tus brazos. La idea detrás de las siestas de contacto es darle al bebé el contacto físico cercano y el calor que necesita para sentirse seguro y protegido mientras duerme. Esto puede ser especialmente beneficioso para los recién nacidos, que están acostumbrados a estar dentro del cuerpo de su madre durante el embarazo.

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Las siestas de contacto son diferentes de los métodos tradicionales de entrenamiento para dormir, que se centran en ayudar a los bebés a aprender a calmarse y dormir solos. En cambio, éste es un enfoque más natural que tiene en cuenta las necesidades del bebé y de los padres. Al sostener a tu bebé mientras duerme, le estás brindando la comodidad y seguridad que necesita para relajarse y dormir en paz.

¿Cómo ayudan las siestas de contacto a los recién nacidos?

Hay varias razones por las que las siestas de contacto pueden ser muy buenas para el desarrollo y el bienestar de tu bebé. Aquí hay algunos de los beneficios clave:

Las siestas de contacto promueven el vínculo y el apego

Uno de los beneficios más significativos del “contact napping” es que promueve el vínculo y el apego seguro entre los padres y el bebé. Cuando sostienes a tu bebé cerca, le estás brindando una sensación de seguridad y calor que le ayuda a sentirse seguro y amado. Esto puede tener un impacto positivo en el desarrollo emocional y psicológico de tu bebé y ayudar a construir un fuerte vínculo entre padres e hijos.

Ayudan a regular la temperatura corporal del bebé

Los recién nacidos aún no son capaces de regular efectivamente su temperatura corporal. Como resultado, pueden calentarse o enfriarse fácilmente, lo que puede interrumpir sus patrones de sueño. Al sostener a tu bebé cerca mientras duerme, estás ayudando a regular su temperatura corporal y mantenerlo cómodo. Esto puede llevar a un sueño más prolongado y reparador para tu bebé.

Pueden ayudar a calmar el llanto de tu bebé 

Los bebés lloran por diversas razones, incluyendo hambre, incomodidad y cansancio. Cuando tu bebé se siente molesto o angustiado, cargarlo mientras llora puede ser una experiencia reconfortante y calmante. El contacto físico cercano puede ayudar a calmar a tu bebé y reducir su llanto, lo que puede mejorar su calidad de sueño en general.

Pueden ayudar a tu bebé a hacer la transición al sueño independiente

Aunque el contacto durante la siesta no es un método de entrenamiento de sueño tradicional, puede ayudar a tu bebé a hacer la transición al sueño independiente poco a poco. A medida que tu bebé crezca y se acostumbre a dormir solo, puedes reducir gradualmente la cantidad de siestas de contacto que hacen. Esto puede ayudar a tu bebé a desarrollar las habilidades necesarias para dormirse de manera independiente mientras aún se siente seguro.

Cómo practicar las siestas de contacto de forma segura

Aunque el contacto durante la siesta puede ser una gran forma de conectar con tu bebé y ayudarle a dormir, es importante practicarlo de manera segura. Aquí hay algunos consejos para tener en cuenta:

1. Use un portabebés o una bandolera apropiada

Al elegir un portabebés o una bandolera, asegúrate de que sea apropiado para la edad y el peso de su bebé. Sigue cuidadosamente las instrucciones del fabricante y asegúrate de que tu bebé esté sujeto de forma segura en el portabebés.

2. Mantén las vías respiratorias de tu bebé despejadas 

Es esencial mantener las vías respiratorias de tu bebé despejadas cuando duerme en un portabebés o una bandolera. Asegúrate de que su cara sea visible y no esté cubierta por tela, y de que su mentón no esté recargado en el pecho para evitar cualquier obstrucción de las vías respiratorias.

3. Revisa la posición de tu bebé constantemente

Cuando tu bebé está durmiendo en un portabebé, puede ser difícil monitorear su posición. Asegúrate de revisar a tu bebé con frecuencia y ajustar su posición si es necesario para garantizar que sus vías respiratorias estén despejadas y que esté cómodo.

4. Evita el calentamiento excesivo 

Las siestas de contacto pueden ser una forma efectiva de regular la temperatura corporal de tu bebé, pero es esencial evitar el sobrecalentamiento. Asegúrate de que tu bebé no esté demasiado abrigado y de que el portabebés o la bandolera permitan una buena circulación de aire.

5. Mantente alerta y despierto

Es importante mantenerse alerta y despierto durante las siestas de contacto. Aunque puede ser tentador cerrar los ojos y dormir, es esencial permanecer vigilante y atento a las necesidades de tu bebé.

Si sientes mucho cansancio, toma un descanso y encuentra un lugar seguro y cómodo para descansar. No es seguro dormir con tu bebé en un portabebés o fular ya que puede aumentar el riesgo de asfixia y otros peligros.

Cuándo dejar las siestas de contacto

Saber cuándo dejar de hacer siestas de contacto es tan importante como saber cómo hacerlas de manera segura. Si bien las siestas de contacto pueden ser una forma efectiva de ayudar a tu bebé a dormir y fomentar el vínculo afectivo, llega un momento en que ya no son necesarias.

A medida que tu bebé crece y se desarrolla, es posible que se vuelva más independiente y prefiera dormir solo. Es importante hacer la transición de tu bebé a un entorno seguro para dormir, como una cuna o un moisés, cuando alcance cierta edad o peso. Los expertos recomiendan que los bebés duerman en su propio espacio a partir de los seis meses de edad, o cuando pesen alrededor de 18 libras.

Si a tu bebé le resulta difícil hacer la transición a dormir solo, comienza reduciendo gradualmente la cantidad de siestas de contacto y aumentando el tiempo que pasa en su cuna o moisés. Recuerda, puede tomar tiempo que tu bebé se adapte, así que se paciente y constante.

En conclusión, las siestas de contacto pueden ser una forma efectiva de ayudar a tu bebé a dormir y promover el apego seguro, pero no deben usarse indefinidamente. Es esencial hacer la transición a un entorno seguro para dormir cuando tu bebé alcance cierta edad o peso, y establecer hábitos de sueño saludables. Al hacerlo, puedes asegurarte de que tu bebé tenga el sueño reparador que necesita para crecer y desarrollarse, mientras promueves un vínculo fuerte y amoroso entre ustedes. 

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