Puntos clave:
- El desarrollo físico incluye habilidades motoras gruesas y finas, que implican movimientos de músculos grandes y pequeños.
- Hitos como gatear y garabatear indican el progreso de las habilidades motoras de su hijo.
- Los músculos grandes son clave para controlar la cabeza, sentarse y más, mientras que las habilidades motoras finas dependen de ellos.
- Las habilidades motoras fuertes impactan el autocuidado, la concentración y los procesos cognitivos, por lo que fomente el juego activo para una base muscular sólida.
El desarrollo físico de tu hijo se divide en las habilidades de motricidad gruesa y motricidad fina. La primera trabaja con los músculos grandes para realizar movimientos amplios como correr, escalar o saltar. La motricidad fina, por otro lado, trabaja con músculos pequeños en movimientos precisos; manipular objetos, colorear o recortar son actividades que promueven esta habilidad.
Los hitos de desarrollo físicos son fáciles de observar cuando tu pequeño comienza a gatear, dibujar o caminar; pero desde que nació ha estado trabajando para alcanzar nuevos hitos motrices. Sus músculos grandes son los que le permiten sostener la cabeza, sentarse, rodar o gatear por todos lados. Conforme gane control sobre sus brazos será capaz de usar músculos más pequeños para alcanzar objetos, manipular juguetes pequeños y, más tarde, sostener un crayón.
La fuerza de los músculos más grandes también determinará el desarrollo de la destreza y control de manos de tu pequeño. La motricidad gruesa ayuda a que su cerebro y músculos se coordinen para permitirle realizar movimientos amplios. La fuerza corporal es vital para que los niños puedan sentarse en una mesita a jugar con sus crayones. También es necesario que controlen su postura para poder mover las manos y los dedos cuando dibujan o pasan las páginas de un libro. ¡Todo está relacionado! Su motricidad gruesa también se verá reflejada en sus habilidades de autocuidado, por ejemplo: al abrir su lonchera, ponerse los pantalones, abotonar su camisa, ir al baño, etc. Esto también influirá en procesos cognitivos como la concentración, atención y memoria cuando realiza alguna tarea.
No importa en qué etapa del desarrollo esté tu hijo, es importante que le ayudes a desarrollar músculos fuertes para el futuro. Cuando jueguen trata de estimular sus músculos con ejercicios como rodar y sentarse, gatear, jugar con una pelota, saltar o correr uno detrás del otro. Una dosis diaria de actividad física le ayudará a desarrollar su equilibrio, coordinación, conciencia corporal, control de postura y fuerza. También sentará las bases de los movimientos precisos que son necesarios para sostener un crayón, apilar bloques, garabatear o abrir y cerrar cierres.
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