Puntos clave:
- Reconoce y acepta los cambios que conlleva dar la bienvenida a un nuevo miembro a la familia.
- Mejorar la calidad de la relación de pareja tiene implicaciones positivas para las actitudes de los padres.
- Las parejas fuertes comunican sus necesidades y evitan sentirse resentidos por responsabilidades poco claras.
- Conéctense entre sí a través de intereses mutuos y familiares, expresen gratitud, comiencen un nuevo pasatiempo juntos y consulten periódicamente para mantener la comunicación.
Si son padres primerizos, o están a punto de serlo, su relación y vida de pareja cambiará y pasará por un proceso de adaptación cuando reciban al nuevo miembro de la familia.
Es muy importante reconocer que este proceso es algo normal y que como pareja deberán enfrentar los cambios con gracia y aceptar todos los nuevos aprendizajes que vienen de la mano de convertirse en papá o mamá.
Muchos artículos hablan sobre la importancia de la vida de pareja para el bienestar individual de los padres. Sin embargo, ¡tener una relación saludable y de comunicación abierta también impacta positivamente en sus habilidades como padres! En 2013, los psicólogos Clark, Young y Dow de la Universidad del Sur de Florida realizaron un estudio que sugería que mejorar la calidad de la relación de pareja de los padres tenía implicaciones sobre su forma de afrontar la crianza. Más específicamente, los investigadores descubrieron que, tras un curso de seis semanas sobre cómo relacionarse mejor en pareja (que trabajó habilidades de comunicación, expresión afectiva, consenso y satisfacción), los participantes no solo mejoraron su relación, sino también sus actitudes de crianza. Los padres se sensibilizaron más ante las necesidades de sus hijos, disminuyeron su creencia en los castigos corporales y se volvieron más pacientes.
Algunos consejos para los nuevos padres:
- No hagan todo por su cuenta. Las relaciones más fuertes y comunicativas expresan sus necesidades con regularidad y anticipación. Esto evita que se desarrolle un resentimiento en torno a las expectativas que no se cumplen o a responsabilidades que no son claras.
- Presupuesto de ocio. Aunque su tiempo y presupuesto han cambiado radicalmente, piensen en algún hábito o actividad que disfrutaran hacer cuando aún no tenían hijos. Vean si es posible rescatarlo e inclúyanlo o adáptenlo a su nuevo ritmo de vida. Esto puede ir desde salir a pasear los domingos, hasta ver una película (en casa o en el cine). El punto es intentar conectar con su pareja a través de sus gustos compartidos.
- Da gracias. Las palabras amables son la clave para que alguien se sienta amado y apreciado por hacer las grandes y pequeñas tareas de la vida cotidiana.
- Encuentren un nuevo pasatiempo. Solo asegúrense de escoger algo que no consuma mucho tiempo. Esto les permitirá tener nuevos temas de conversación para desconectar de las tareas de la crianza.
- Hablen regularmente. No asuman que la casilla de comunicación efectiva ya se cumplió si solo hablaron sobre las nuevas necesidades de ser padres al volver del hospital. Deben hablar las cosas, ajustarse a la realidad y reconocer los sentimientos y las opiniones del otro.
- Disfruten esta fase. Recuerden que la infancia de sus hijos es un periodo que pasará volando, así que traten de disfrutar cada momento de esta etapa tan especial para fortalecer el vínculo con su familia y crecer juntos.
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