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Convertirse en mamá

tres mamás cargando a sus babés en brazos

Puntos clave:

  1. La maternidad transforma desde el momento en que se empieza a concebir la idea. Es un cambio profundo en ser y responsabilidad.
  2. El parto es impredecible y desafiante, pero contar con un apoyo adecuado puede hacer la experiencia más llevadera y segura.
  3. A pesar de los sacrificios y desafíos, el amor y la dedicación de los padres son inmensurables, lo que los hace verdaderamente asombrosos.
  4. Dejar ir expectativas rígidas y juicios es clave para navegar la experiencia de ser padres.

Sé que lo hemos dicho mucho, especialmente en colectivo, pero sí, hace 18 meses el mundo se puso patas arriba. Y como si eso no fuera suficiente, a fines de octubre de 2020 recibí la sorpresa adicional ¡de que estaba embarazada! Convertirse en mamá es todo un reto y por eso quiero compartirles algunos de mis aprendizajes.

Cuando pienso en mi experiencia, hay un montón de momentos en los que pienso «Debería haber hecho esto» o «Si pudiera volver, entonces haría esto otro» y, en general, «¡Eso fue una tontería!». Por eso, tras reflexionar sobre el año, me parece apropiado compartir con ustedes algunas cosas que aprendí para que puedan tomar lo que les funcione.

6 cosas que uno aprende al convertirse en mamá o papá

1. Te vuelves padre o madre cuando te conviertes en padre o madre.

Desde el momento en que comenzamos a pensar en la maternidad o paternidad, y cómo es para nosotros, trascendemos como personas y hacemos la transición hacia un nuevo estado de ser. Convertirse en mamá o papá implica amar a nuestro futuro bebé y asumir la enorme responsabilidad (¡y los kilos extra!) que eso conlleva. Todos los padres, biológicos, adoptivos, sustitutos, experimentan esta transformación única.

2. El parto nunca (NUNCA) sale según lo planeado.

El parto es una experiencia inesperada. Es sangriento. Para mí, tomó 48 horas. Reboté sobre una pelota, tomé baños y luché por mantener el equilibrio. Palabras como meconio y el riesgo de una ruptura uterina me asustaron muchísimo. Pensé que jamás volvería a usar una pelota de pilates. Sin embargo, contar con el apoyo de alguien durante el parto, ya sea una doula, nuestra pareja o un miembro de la familia, puede hacer que ese momento sea un poco más fácil y seguro. Elige a alguien que esté bien informado, pero, sobre todo, alguien que te haga sentir amada, apoyada y te ayude a mantener la calma.

Además, algunas cosas que desearía haber sabido antes del parto son: las mujeres pueden sentir contracciones días después del parto, al principio amamantar es muy difícil, puedes sentirte feliz y triste al mismo tiempo, y orinar será aterrador. Pero, sobre todo, debes saber que lo que sea que estés sintiendo está bien, y que quejarte o simplemente sentir miedo no te convierte en una mala madre.

3. ¡Convertirse en mamá o papá nos vuelve asombrosos!

Convertirse en mamá o papá significa dejar atrás una parte de nosotros mismos. Ir al baño o cepillarse los dientes se convierte en un lujo, por lo que es bastante difícil encontrar tiempo para uno mismo. Los pasatiempos pueden quedar de lado por un tiempo. Y las secuelas del parto pueden durar más de lo que creemos que es normal. Aun así, de alguna manera reunimos la fuerza para atender a nuestros bebés. Creo que el gran sacrificio y amor que conlleva la maternidad o paternidad no se puede cuantificar y eso es lo que nos hace tan increíbles.

4. Las expectativas (y los juicios) son la madre de la decepción.

Antes de convertirme en madre, tenía creencias muy arraigadas sobre lo que se debe y no se debe hacer, y solía juzgar a los padres que no seguían esos principios. Uno de mis mayores aprendizajes durante la maternidad ha sido dejar ir esas creencias. Después de todo, construí la mayoría de ellas antes de saber realmente lo que implica ser madre y todavía ni siquiera había conocido a mi bebé. Nunca sabes qué tipo de madre o padre vas a ser. E incluso en los días en que creemos que lo tenemos todo resuelto, nuestro bebé nos hará una jugada que, nuevamente, nos hará reestructurar lo que sabemos y hacemos como madres o padres.

5. No puedo deshacerme de la culpa de mamá.

Desde que nació mi bebé, todos los días he sentido algún tipo de culpa. La primera vez que regurgitó, casi lloré porque pensé que de alguna manera era culpa mía. Me había puesto mucha presión tratando de ser la mamá «perfecta», cuando en realidad mi bebé simplemente me necesitaba a mí. A la Olivia confiada, que no necesita ser la mejor, sino simplemente ser ella misma. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero no sean muy duros consigo mismos, cuídense y de vez en cuando traten de hacer pequeñas cosas que los hagan sentir bien.

No había usado jeans desde que quedé embarazada y me negaba a comprar un par de pantalones dos tallas más grandes que mi talla anterior al embarazo. Compré un par hace unas semanas y eso me hizo sentir un poco como mi antigua yo y me hizo más feliz más de lo que imaginé.

6. Al convertirse en mamá o papá, no permitan que las opiniones de los demás los consuman.

En el momento en que llega su bebé (o incluso antes), de repente todos se convierten en expertos en bebés. Traten de escuchar esos comentarios con amor y aceptación, incluso si ustedes o su pediatra no están de acuerdo. Luego, hagan lo que funcione para su familia y para ustedes. Yo podría haberme ahorrado muchos momentos incómodos con mi familia si solo hubiera asentido y agradecido por su consejo, en lugar de tratar de convencerlos de que compartieran mi opinión. Hay algunas recomendaciones sobre seguridad muy importantes que deben seguir en todo momento (probablemente su médico se las dirá), pero muchas decisiones sobre crianza cambian de una persona a otra. ¡Respiren profundo y dejen que los comentarios negativos y los consejos no solicitados se les resbalen!

Mientras escribo esto, mi bebé está a mi lado rodando sobre su tapete de juego y aunque convertirme en mamá probablemente ha sido la experiencia más desafiante de mi vida, sé que lo volvería a hacer.

Ver a mi bebé descubrir el mundo es lo más hermoso que he experimentado; ha sido lo más destacado de mi año y no lo cambiaría por nada. De hecho, en unos años, ¡podría incluso volver a las andadas!

A todos los nuevos papás y mamás, sepan que los escuchamos, los entendemos y estamos aquí para ayudarlos. ¡Ánimo!

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One Response

  1. Me encanta todo lo que ha dicho Olivia y me siento totalmente identificada con cada una de sus palabras. Ser mamá es lo más hermoso que me pudo haber pasado!! No lo cambiaría por nada, a pesar de mi cansancio físico y mental. Mi princesa es mi mayor tesoro de Dios me ha regalado.

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