El insomnio en niños es un trastorno del sueño muy común que puede aparecer en pequeños de todas las edades. Conoce sus causas y cómo puedes ayudarlos a superarlo.
Los niños, al igual que los adultos, suelen presentar problemas para conciliar el sueño y disfrutar plenamente de sus horas de descanso. El insomnio en niños es un problema frecuente que se genera por distintas causas y provoca que los pequeños sufran episodios constantes, como dar vueltas sin cesar en la cama, despertarse en medio de la noche, e incluso mantenerse activos una buena parte de la madrugada.
Este trastorno del sueño puede aparecer tanto en niños pequeños, de entre 3 y 5 años, como en niños más grandes, de edades comprendidas entre 6 y 12 años. Debido a las numerosas causas que pueden ocasionarlo, es de gran importancia el rol de los padres en la supervisión, detección del insomnio en niños y en la aplicación de medidas cotidianas para contrarrestarlo, propiciándoles un descanso armonioso y efectivo durante la noche.
Cuando los niños sufren de insomnio, su rendimiento escolar se ve afectado por los inconvenientes que experimentan en su desarrollo físico y cognitivo. Los síntomas pueden empeorar progresivamente si el trastorno del sueño se mantiene durante un tiempo prolongado, por lo que es necesario aplicar las medidas lo más pronto posible, para que puedan utilizarlas como complemento a su desarrollo natural y espontáneo ya que, en general, el trastorno deberán superarlo por sí solos.
Pero si esto no sucede, es necesaria una intervención de los papás guiados por un pediatra, para que el niño pueda retomar su rutina y sus patrones de sueño convencionales. En este artículo, exploramos todo lo que debes saber sobre el insomnio en niños.
¿Cuáles son las causas del insomnio en niños?
Los problemas de los niños para dormir suelen aparecer cuando su rutina diaria se caracteriza por tener hábitos que son perjudiciales para conciliar el sueño. Algunas de las causas se remiten al uso excesivo de dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, tabletas, consolas de videojuegos, computadores o la televisión.
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Los dispositivos que contienen juegos, apps para chatear o interactuar en línea con otros niños, siembran en ocasiones ansiedad y estrés en los pequeños, lo que suele imposibilitarles la conciliación del sueño e influir negativamente en su deseo o voluntad de acudir a la cama para descansar y dar por terminado el día.
Otra de las causas principales del insomnio en niños se remite a la mala alimentación. Los dulces y alimentos que contienen mucha azúcar son disparadores del insomnio. De igual forma, situaciones frustrantes que podrían experimentar en la escuela, como el bullying o acoso escolar y la predisposición a manejar sus emociones negativas, por ejemplo, al no poder completar una tarea o actividad en clases, pueden propiciar la aparición de estrés.
El consumo de sustancias como la cafeína y algunos medicamentos que les hayan recetado por otros trastornos y déficits también puede ejercer influencia directa en el insomnio en niños.
Por otra parte, existen elementos normales y naturales como la imaginación, el miedo a la oscuridad y la ansiedad, que guardan una estrecha relación entre sí. Partiendo de su imaginación, los niños tienen el poder de interpretar sombras, sonidos y objetos como señales de acontecimientos fantásticos que podrían estar causándoles ansiedad y, por ende, problemas para dormir.
Esto ocasiona que muchos pequeños, cuando ya han logrado conciliar el sueño pese al insomnio, tengan pesadillas, lo que puede llegar a empeorar sus cuadros de insomnio y generarles nuevos terrores y temores. En estos casos, es clave la intervención de los padres para acompañarlos en la exploración de sus miedos nocturnos.
¿Cómo se diagnostica el insomnio en niños?
Es importante saber identificar las posibles señales que arrojen pistas o despierten sospechas sobre el insomnio en niños. Cuando un niño tiene insomnio, suele notarse extremadamente distraído o atrapado en “lagunas mentales” en algunos momentos precisos del día, en especial durante actividades transitorias como trasladarse de un lugar a otro en auto, durante su tiempo libre en casa o al hacer cualquier actividad que les demande una cuota adicional de desempeño físico y mental.
También pueden experimentar dificultades para mantener la concentración y prestar atención en momentos en que se les instruye sobre algo, o cuando se dan instrucciones para realizar una tarea.
Algunos niños evidencian estar de mal humor o demasiado sensibles con sus emociones, por lo que podrían irritarse y molestarse con mayor facilidad. Por último, si ves que tu hijo o hija se va a la cama mucho antes de su hora normal de dormir, es una clara señal de que lo ha pasado mal durante el día en sus horas activas, en las que probablemente haya tenido que luchar contra el sueño y las ganas de estar en cama.
Si confirmas varias de estas señales, lo recomendable es que solicites la atención de tu pediatra para precisar las posibles soluciones y medidas a tomar para ayudar a tus pequeños a vencer el insomnio, pues es muy común que los síntomas se confundan con los del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH, que son básicamente los mismos. Para diferenciarlo, es importante acudir a un médico especialista.
Consecuencias del insomnio en niños
Los niños que sufren de insomnio suelen presentar problemas para concentrarse al realizar actividades cotidianas, tanto en casa como en la escuela. Naturalmente, para los papás será difícil lidiar con estos episodios de incomodidad en la madrugada por parte de los niños. Muchos se levantan y acuden al cuarto de sus papás o les piden compañía en altas horas de la noche.
Los pequeños también se sentirán fatigados con mucha frecuencia, sin siquiera haber realizado actividades físicas o mentales exigentes que justifiquen el cansancio extremo o la debilidad. Además, la mayoría tiende a experimentar cambios repentinos en su estado de ánimo, por lo que pueden llegar a sufrir otras enfermedades mentales en el futuro, durante su vida adulta, como la depresión.
¿Cómo se puede tratar el insomnio infantil?
Lo más importante que debes saber sobre cómo tratar el insomnio en niños es que es indispensable obtener primero un diagnóstico confiable de tu pediatra, para saber cuál es el siguiente paso a tomar. Todo dependerá de si se diagnostica insomnio en niños, o si se trata de otro tipo de trastorno más complejo.
En general, el tratamiento para el insomnio infantil dependerá de la disposición del niño o niña a poner orden en su rutina y mejorar progresivamente sus etapas de descanso en la noche por sí solos.
Sin embargo, los adultos pueden contribuir y ayudarlos a lograrlo aplicando medidas de inducción de buenos hábitos, orden y disciplina en casa. Los beneficios y el avance en la superación del insomnio comienzan a verse cuando los pequeños utilizan la cama solo para dormir, en lugar de encerrarse en un lugar que interpretan como su guarida para jugar videojuegos o ver televisión.
Seguir un horario equilibrado, entre estricto y flexible, también les será de mucha utilidad para conciliar el sueño a una hora específica, siempre que dicha hora sea la misma todos los días de la semana, sin excepción. Los papás también pueden poner reglas de uso de los dispositivos electrónicos como, por ejemplo, solo utilizarlos en ciertas horas del día y siempre fuera del cuarto de los niños.
La buena alimentación, una dieta baja en azúcar y una rutina constante de actividades físicas -que pueden ser juegos recreativos- son las situaciones ideales para vencer el insomnio en niños más pronto que tarde.Para obtener las mejores recomendaciones de nuestros expertos, te invitamos a descargar gratis la app de Kinedu y acceder a asesorías personales para tratar el caso específico de trastorno del sueño de tus pequeños.