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¿Qué es la atención conjunta y por qué es importante?

bebé apuntando y papás participando en atención conjunta

Puntos clave:

  1. La atención conjunta es esencial para el desarrollo y el vínculo con tu hijo.
  2. Implica la coordinación de la atención de un padre y un niño en un tercer objeto o evento.
  3. Las habilidades clave incluyen dirigir a otra persona, cambiar la atención entre personas y objetos, compartir estados emocionales y seguir la mirada y el gesto de alguien más.
  4. La atención conjunta es fundamental para el desarrollo social, cognitivo, y del lenguaje de los niños, y se divide en tres etapas de complejidad creciente.

Hacer el esfuerzo por participar en actividades de atención conjunta con tu hija es una de las formas más sencillas de apoyar su desarrollo y fortalecer el lazo que tienes con ella.

“¡Papá, mira! ¡Ve lo que hago!” Cuando tu hija señala un objeto, ya sea una flor o la televisión, seguro estará iniciando una acción que los psicólogos infantiles llaman “atención conjunta”.

¿Qué es la atención conjunta?

La atención conjunta se define como la atención compartida y coordinada de padres e hijos en un tercer objeto, evento o estímulo. Lo más importante es la coordinación. Señalar un objeto para obtenerlo (por ejemplo, pedir un vaso) es muy diferente a señalar, mirar, asentir o concentrarse en un objeto para alertar a los padres de su existencia (por ejemplo, señalar a un perro desde lejos). La importancia de la atención conjunta es que el niño y el cuidador sabe que ambos son conscientes de que el foco de atención está en el mismo objeto.

Este tipo de atención ocurre cuando tanto el niño como el adulto enfocan la mirada en algo al mismo tiempo para admirar, ver o nombrar el objeto. Considéralo como una de las primeras formas de comunicación con tu hija. Lo que se están diciendo es «¡Guau, mira esto!», «¡Mira cómo funciona!», «¡Mira qué suave es!», etc.

Los niños suelen participar en intentos de atención conjunta entre los tres y los 12 meses de edad. Por lo general, esta acción se ve así: tu hija mira algo, lo señala y luego te mira a ti. Sin embargo, los adultos también pueden iniciar este intercambio. Los padres y los maestros participan en la atención compartida todo el tiempo mientras juegan con los pequeños, los alimentan o cuando relacionan un nuevo objeto con su nombre.

Hay dos «categorías» de atención conjunta. La primera es la respuesta a la oferta, o la atención espontánea, que es cuando los niños siguen la mirada y los gestos de sus padres o maestros, compartiendo un punto de referencia común. La segunda categoría es cuando los niños inician el intercambio, involucrando sus gestos y contacto visual para dirigir la atención del otro a algo en específico, buscando el interés y compartir una experiencia con los demás.

¿Cuáles son las principales habilidades de la atención conjunta?

Como hemos mencionado, este tipo de atención compartida es mucho más que solo mirar un objeto; implica diferentes habilidades que tu pequeña está adquiriendo. Estas incluyen:

  • Guiar y ayudar a otra persona.
  • Ser capaz de dirigir la mirada hacia personas y objetos.
  • Compartir estados emocionales con otra persona.
  • Seguir la mirada de otra persona y apuntar.
  • Ser capaz de llamar la atención de otra persona hacia objetos o eventos para compartir experiencias.

¿Cuál es la importancia de la atención conjunta?

Establecer la atención conjunta es importante para que los niños desarrollen su aprendizaje y sus futuras habilidades sociales, comunicativas, cognitivas y lingüísticas. Sin estas habilidades, los niños tendrían dificultades para relacionarse –o interactuar– con su familia y compañeros, ya que la atención compartida está asociada con las interacciones sociales con otras personas. La atención conjunta es uno de los primeros logros que, más adelante, le permitirá a los niños tener interacciones sociales y comprender el punto de vista de otras personas, lo cual es parte de la teoría de la mente.

Etapas de la atención conjunta

Los psicólogos del desarrollo han dividido la atención conjunta en tres niveles distintos que se vuelven más complejos a medida que el niño crece.

  1. Atención conjunta enfocada: Durante esta etapa, tanto el adulto como el bebé miran el mismo objeto, pero sin tener una interacción significativa. Usualmente esto sucede entre los tres y seis meses.
  2. Atención conjunta diádica: Justo después de la etapa “de enfoque”, el cuidador y el bebé comienzan a usar gestos, expresiones faciales y palabras mientras se concentran en un objeto. Esto es de vital importancia para el desarrollo de la imitación, la socialización y las primeras interacciones del bebé, además de que establece otros fundamentos para el desarrollo de habilidades lingüísticas y cognitivas.
  3. Atención conjunta triádica: Una vez que el niño ha adquirido suficientes habilidades cognitivas y del lenguaje, participará en la etapa final de la atención conjunta. Durante esta, tanto el padre como el bebé miran e interactúan con un tercer objeto sabiendo que los dos están interesados en lo mismo al mismo tiempo.

Puedes fomentar las iniciativas de atención compartida de tu hija interesándote activamente en lo que sea que esté mirando. Jugar libremente, hacer actividades de desarrollo, leerle un cuento, e incluso tareas cotidianas como cocinar pueden ser excelentes momentos para tener interacciones significativas. No te preocupes demasiado por el “cómo” participar en la atención conjunta, ya que es algo que se dará de forma natural conforme pase el tiempo. ¡Lo más importante es que sigas fomentando momentos de interacción positiva con tu pequeña!

¿Cómo se desarrolla la atención conjunta en los bebés?

El desarrollo de la atención conjunta, al igual que el crecimiento de tu bebé, también se divide en diferentes etapas. El primer paso es el descubrimiento de objetos en su entorno. En los primeros meses de vida de un bebé, las interacciones con sus cuidadores suelen ser cara a cara, sin el uso de objetos. Después de algún tiempo, los objetos se vuelven parte de esta comunicación, llevando la interacción a la forma “triádica”. Para lograr la atención conjunta, primero los bebés deben interesarse ​​por los objetos, así que trata de animar a tu pequeña mostrándole diferentes elementos de la casa.

Además, una de las primeras habilidades de atención que desarrollan los bebés es la modalidad visual, que incluye seguir la mirada de una persona, girar la cabeza y señalar. Esta modalidad visual pasa por diferentes etapas. A los dos o tres meses, los bebés comienzan a seguir la mirada o las señales de los adultos de forma general, moviendo la cabeza para ver qué sucede a su alrededor. Luego, entre los seis y los ocho meses, los bebés pueden localizar con precisión un objeto o evento en el entorno. Después de eso, alrededor de los 12 meses, son más capaces de señalar y comprender el significado de esa acción. Finalmente, entre los 12 y los 15 meses de edad, la mayoría de los bebés pueden localizar aquello que ha señalado la otra persona.

¿Cómo puedo fomentar las interacciones con mi hija?

  • Practica la atención conjunta como parte de tu rutina, animando a tu pequeña a cambiar su atención de lo que está haciendo a lo que le estás mostrando.
  • Jugar con burbujas es una excelente actividad para practicar la atención conjunta y las habilidades de comunicación con tu hija.
  • Señala y usa gestos con ella. Por ejemplo, mientras lees, puedes señalar los dibujos del libro.
  • Cuando tu bebé tenga unos cuantos meses, intenta utilizar elementos que le gusten para fomentar su interés por los objetos.
  • Elige actividades que incluyan jugar por turnos, para que tu hija tenga que desviar su atención.
  • Completen una actividad juntas, como una manualidad, e intenta establecer contacto visual con tu hija mientras realizan la actividad.
  • Dale órdenes que sean fáciles de seguir. Cuando le pidas a tu hija que haga algo o desvíe su atención, trata de no usar demasiadas palabras para que pueda concentrarse más y entender lo que le estás diciendo.

¿Qué pasa si no noto que mi hija comparte la atención?

Recuerda que cada niño se desarrolla a su propio ritmo; algunos pequeños pueden tardar más en desarrollar esta habilidad. Como dijimos, la atención conjunta es algo que se da de forma natural. Sin embargo, dado que esta habilidad es importante para el desarrollo social, cognitivo y lingüístico, a veces la falta de atención conjunta en los niños puede ser un signo temprano de autismo o de un trastorno del espectro (siempre y cuando esté acompañado de otras señales), así que trata de ser consciente de la capacidad de atención de tu pequeña.

Recuerda que puedes probar las actividades que enumeramos anteriormente si deseas alentar o revisar la atención conjunta de tu bebé, pero no es obligatorio realizarlas. Si te preocupa la ausencia de esta atención compartida o tienes alguna duda sobre el tema, siempre puedes consultar a tu pediatra para que te oriente.

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