Puntos clave:
- Garabatear es un paso crucial para preparar a su hijo para la lectura y escritura.
- Fomenta el control de la mano y los dedos, habilidades de pensamiento y comprensión del lenguaje.
- El garabateo generalmente comienza alrededor de los 14 meses y continúa hasta que su hijo esté listo para las letras.
- Avanza de marcas aleatorias a movimientos controlados y propositivos.
El garabateo es una de las primeras etapas por las que pasa tu pequeña cuando aprende sobre el lenguaje y la escritura. La revista Educational Research and Reviews menciona que los garabatos son los predecesores de movimientos más controlados y que todas las actividades de dibujo realizadas antes de los 5 años son indispensables para preparar a los niños para aprender a leer y escribir. Con cada trazo, tu hija está estimulando su control de mano y dedos, sus habilidades de pensamiento y su comprensión global del lenguaje. Al principio se sorprenderá de lo que puede hacer con un crayón. Conforme descubra la relación entre sus movimientos manuales y las líneas sobre el papel, comenzará a experimentar con la simbología de sus trazos e incrementará su control muscular. Sus experiencias durante esos meses serán cruciales para el desarrollo de su motricidad fina; aprenderá la compleja tarea de sostener un crayón y cómo controlar la fuerza, presión y velocidad que usa al dibujar.
Como con cualquier otro proceso, la habilidad para garabatear y colorear se da en un rango amplio de tiempo. Por lo general comienza a los 14 meses y se extiende hasta pasados los 48, cuando tu hija está lista para utilizar las letras. Al principio comenzará a experimentar con los crayones y hará movimientos amplios con el hombro. Aunque parezcan trazos aleatorios, estos garabatos le ayudan a expresarse y comunicarse con el mundo. Luego pasará a garabatear de forma más controlada. Verás que moverá la muñeca mientras mantiene el hombro estable. Será capaz de trazar líneas, probar diferentes agarres del crayón o marcador y, finalmente, los sostendrá entre el pulgar y el índice.
Alrededor de los 25 meses de edad, tu hija comenzará a realizar movimientos de dedos más precisos. Su conciencia corporal y propiocepción le enseñarán cuánta presión ejercer con cada dedo y cómo moverlos de forma independiente para sostener mejor el crayón. Hará patrones más complejos conforme explore los movimientos horizontales, verticales y circulares. Aunque aún no use letras de verdad, ella aprovechará sus movimientos precisos en el dibujo para mostrarte el significado de los puntos, las curvas y otros componentes de letras que haya utilizado.
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