Puntos clave:
1. Entre los 10 y 12 meses, el bebé se pone de pie sosteniéndose en objetos.
2. Puede mantenerse en pie brevemente con tu ayuda, mejorando el equilibrio.
3. Aproximadamente a los 11 meses, podría pasar de estar de pie a sentarse sin ayuda.
4. Asegura un entorno seguro para que practique estas habilidades, un paso hacia caminar.
En la primera parte de este artículo, hablamos sobre los primeros indicadores que alcanzará tu pequeño. Ahora te daremos un poco más de información sobre lo que podrás notar cuando tu bebé se pone de pie entre los 10 y 12 meses de edad. ¡Hablemos de lo que se avecina!
Se mantiene de pie mientras se sostiene de algo
Anteriormente, hablamos sobre cómo tu hijo comenzará a sostenerse de los muebles para poder levantarse. Al principio, cuando lo haga, tal vez se caiga inmediatamente. Pero dentro de poco tendrás la suerte de presenciar cómo se mantiene de pie al sostenerse de algo.
Este es un gran paso en la adquisición de esta habilidad. Tu hijo está explorando cómo se siente estar parado sobre sus pies y cargar su peso sobre las piernitas. Mientras lo hace, también está practicando su equilibrio y propiocepción. Mantén un ambiente seguro para que sienta la confianza de practicar sus nuevos movimientos y deja que lo haga solo; aunque te mantengas a su lado, trata de no interferir con el proceso.
Esta habilidad surgirá cuando tenga unos 10 meses y, antes de lo que crees, estará moviéndose y desplazándose por la habitación mientras se sostiene de cosas, acercándose cada vez más al momento de dar sus primeros pasos.
Se mantiene de pie por unos segundos con ayuda
Esta habilidad se relaciona mucho con la anterior y también aparecerá a los 10 meses, pero en vez de sostenerse de un objeto, tu hijo usará tu mano como apoyo. Este es un momento hermoso y una excelente oportunidad para comenzar a trabajar las pequeñas transiciones que lo llevarán a mantenerse de pie de forma independiente. Tu apoyo será una parte muy importante de ese proceso.
Cuando le das la mano, él se siente seguro; y como ahora se está sosteniendo de algo que se mueve, será más difícil para él mantener la posición. Esta es una buena oportunidad para que juntos practiquen su equilibrio.
Dale la mano y jálalo suavemente para ponerlo de pie. Repite este ejercicio tantas veces quieras y, conforme pase el tiempo, trata de comenzar a soltarlo. Con esto mejorará su equilibrio y, un día, cuando le dejes de dar la mano, podrá equilibrarse él solo. Más adelante, puedes moverte hacia adelante mientras le das la mano y ver si da algunos pasos.
Cuando tu bebé se pone de pie con ayuda, también fortalece los músculos centrales y de las piernas, estira la cadera y se acostumbra a colocar su peso sobre los pies ¡Es un gran paso!
Bebé se pone de pie y luego se sienta sin ayuda
En la parte 1 de este artículo hablamos sobre la importancia de pasar de estar sentado a hincado. Ahora, explicaremos algo que se da un poco después, alrededor de los 11 meses: ¡pasar de estar de pie a sentarse sin ayuda!
Este es un hito del desarrollo que tu pequeño alcanzará cuando haya fortalecido sus músculos, porque esto requiere de mucho más equilibrio y coordinación que los hitos anteriores. Probablemente comience a levantarse, mantenga la posición y luego doble las rodillas para bajar lentamente y sentarse en el suelo.
Parece sencillo, pero para que pueda pasar de estar parado a sentado, sus habilidades de equilibrio deben ser más avanzadas y debe haber desarrollado la suficiente conciencia espacial como para calcular dónde aterrizará.
Mientras hace esto, también está explorando nuevos movimientos. Un poco más adelante, comenzará a desplazarse mientras se sostiene de cualquier cosa que esté a su alcance y luego se sentará a jugar en el suelo. Asegúrate de que cuando llegue a esta etapa, los objetos a su alrededor sean suficientemente estables como para que pueda apoyar su peso en ellos sin tirarlos. Este hito le permitirá moverse y alcanzar objetos que estén lejos, un precursor de la habilidad de caminar. Alrededor de los 13 meses, tu hijo tal vez pueda hacer este movimiento a la inversa y pasar de estar sentado a estar de pie, algo que requiere de un poco más de fuerza y equilibrio.
En esta etapa, tu pequeño está experimentando con su equilibrio todos los días. Al principio, necesitará sostenerse de algo, ya sean muebles, objetos o tu mano. Pero en un abrir y cerrar de ojos, será capaz de mantenerse de pie él solo. ¡Ser testigo de este logro tan importante será muy gratificante! Asegúrate de estar cerca para atraparlo si hace falta y prevenir alguna caída.
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