Cuando los bebés comen su primera comida sólida, la mayoría acepta bien los ingredientes. Pero con el paso de los meses, pueden acabar desarrollando resistencia a ciertos tipos de alimentos.
Sin embargo, ¡esa no es razón para que te rindas! Después de todo, fomentar una alimentación saludable para niños es fundamental para el desarrollo, tanto físico como cognitivo. Por lo tanto, consulta los siguientes consejos infalibles para garantizar que tu pequeño lleve una dieta saludable en casa, en la escuela y en su vida en general.
1. Fomenta el consumo de frutas como bocadillos – alimentación saludable para niños
Cuando tu bebé comenzó a comer sólidos, probablemente había frutas que le gustaban mucho. Por supuesto, las preferencias cambian muy rápidamente en esta etapa (lo que ama hoy, puede que no le guste mañana y viceversa).
Si tu hijo se resiste a comer frutas, vale la pena ofrecerle primero sus preferidas para ver si después acepta mejor las demás, y seguir presentándole una variedad de opciones y novedades.
Si algo no le gustó, ofrécelo de nuevo otro día, cambia la presentacion y coman juntos. A tu hijo le encantará la compañía y el incentivo de imitarte.
2. Ten alimentos saludables en casa
En el ajetreo de la vida cotidiana, puede ser mucho más fácil ofrecerle a tu bebé un producto que sea menos saludable, pero más práctico. Para escapar de estas tentaciones, el mejor consejo es tener alimentos saludables en casa, con variedad de sabores y beneficios nutricionales.
Sustituir las opciones de refrigerio no es tan difícil: las galletas rellenas de crema dulce, por ejemplo, se pueden sustituir por galletas de arroz o incluso por galletas hechas con granos integrales, azúcares más saludables o en menor cantidad. Asimismo, las cajitas de jugo se pueden cambiar por jugos naturales de fruta y diluirlos un poco con agua para que estén menos concentrados. ¡A los niños les encanta!
3. Evita productos industrializados y muy procesados
Hay una pauta inteligente que dice «Pelar más y desempacar menos». Hoy en día, es difícil no recurrir a alimentos industrializados, pero es posible tomar mejores decisiones, no solo para los niños, sino para la salud de toda la familia.
Una forma consciente de comprar alimentos es leer las etiquetas. Afortunadamente, la tecnología (y los patrones de consumo actuales) ha hecho que las empresas inviertan en productos más saludables. ¿Sabías, por ejemplo, que hay leche en caja sin conservadores? Busca productos que estén reducidos en sodio y azúcar, además de no contener grasas trans, o snacks que estén tostados en lugar de fritos.
Así, si no puedes evitar por completo los alimentos procesados, al menos comprarás las mejores opciones. Incluso hay aplicaciones que te indican si la comida es buena y cuáles son sus ingredientes nocivos.
4. Prepara comidas coloridas – alimentación saludable para niños
Al igual que los adultos, los niños también comen con los ojos. Por eso, trata de preparar platos y refrigerios interesantes: cuanto más coloridos, más atractivos (y más saludables).
Sin embargo, si tu hijo todavía muestra resistencia a comer un determinado ingrediente, trata de buscar combinaciones interesantes, sin enmascarar ese alimento. Las zanahorias, por ejemplo, se pueden rallar y saltear con arroz; la espinaca es deliciosa cuando se prepara con un huevo revuelto; y el repollo va muy bien en las migas.
Asegurar una alimentación saludable para los niños puede ser un desafío, pero con paciencia, conciencia y creatividad podrás mejorar los hábitos alimenticios de toda tu familia. ¡Los esfuerzos ciertamente valdrán la pena!
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