Puntos clave:
- Servir y devolver son interacciones de ida y vuelta entre un padre y un niño, donde los adultos comparten el foco de atención del pequeño y lo ayudan a entender los estímulos y expresarlos con palabras.
- El Centro para el Desarrollo Infantil de Harvard recomienda seguir cinco sencillos pasos al practicar el servicio y la devolución con su hijo.
- Servir y devolver es importante para el desarrollo de la primera infancia, ya que ayuda a establecer conexiones lingüísticas en el cerebro del niño y fortalece las relaciones entre los cuidadores y los niños.
- Las actividades cotidianas, como comprar en el supermercado, preparar comidas o esperar en algún lugar, son buenas oportunidades para practicar las interacciones de servir y devolver con su hijo.
No es arbitrario que el concepto de “servir y devolver” se haya vuelto el favorito de muchos investigadores, psicólogos y padres de familia. Ahondemos en poco más en su significado, la importancia que tiene durante la primera infancia y cómo puedes aprovechar las actividades diarias que haces con tu pequeño para practicar interacciones de servir y devolver.
De acuerdo con el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, servir y devolver es un concepto muy útil que describe el proceso en el que los cuidadores participan de forma sensible y se involucran en la experimentación del mundo interno y externo de un niño. En pocas palabras, servir y devolver son aquellas interacciones bilaterales entre un padre y su hijo, donde el adulto comparte el foco de interés del pequeño y le ayuda a comprender el estímulo y nombrarlo. Este estímulo puede ser un sonido fuerte, una actividad o juego, una emoción o cualquier cosa que le haya interesado al niño y en la que se esté concentrando.
El Centro recomienda los siguientes 5 sencillos pasos para practicar interacciones de servir y devolver con tu hijo:
1. Nota su foco de atención y compártelo.
Si tu pequeño apunta a algo, hace una mueca graciosa, baila, te comparte su dibujo o expresa alguna emoción, eso es un servicio. Busca oportunidades durante el día para notar estos servicios y pon atención a las cosas en las que se concentra tu hijo. No te preocupes si no notas todo lo que le llama la atención, no puedes estar atento todo el tiempo. Sin embargo, ir al supermercado, preparar la comida o esperar en alguna parte son buenas oportunidades para interactuar con tu pequeño.
2. Devuelve el servicio apoyándolo y animándolo.
Ayúdale a ver que estás poniendo atención a aquello que le interesó sonriéndole, asintiendo con la cabeza, tocando el objeto, jugando o diciendo frases amables como “¡Ya vi!”. Este apoyo y ánimos le demostrarán que sus pensamientos y emociones son importantes y que quieres comprenderlas.
3. ¡Nómbralo!
Cuando devuelvas un servicio, nombra lo que tu hijo está sintiendo, haciendo u observando. Fomentarás importantes conexiones lingüísticas en el cerebro de tu pequeño, incluso si aún no es capaz de hablar. Este es un excelente ejercicio para vincular el mundo con las palabras, así como para fortalecer su relación.
4. ¡Continúen! Toma tu turno y espera.
Después de devolver un servicio, dale tiempo a tu pequeño para responder. La interacción puede tardarse un poco o ser muy rápida, pero es muy importante que le des tiempo para devolverte el servicio; sé paciente y espera tanto como sea necesario. Esto le ayudará a practicar el autocontrol y aprender a esperar su turno.
5. Practiquen juntos los inicios y los finales.
Tu hijo te señalará de forma natural cuando esté listo para cambiar de actividad, así que deja que tome la iniciativa y marque los tiempos. Por ejemplo, tal vez deje de jugar con algo, preste atención a otra cosa o recoja un objeto. Si estás compartiendo su interés, te será más sencillo notar cuando sea tiempo de terminar un juego y hacer otra cosa.
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