Aunque juguetes como los rompecabezas y los bloques pueden no ser tan llamativos como los videojuegos o los juguetes eléctricos, la evidencia científica ha demostrado que los niños que juegan con los primeros pueden obtener muchos más beneficios cognitivos. Las investigaciones muestran que tipos específicos de juego están asociados con el desarrollo de ciertas habilidades cognitivas, como el pensamiento espacial, lo que significa que puede haber algunos juguetes a los que deberías prestarles atención.
¿Qué dice la ciencia sobre estos juguetes?
Según un estudio realizado por investigadores de Rhodes College, se examinaron datos de 847 niños y los resultados indicaron que los pequeños que jugaban con frecuencia (aproximadamente 6 veces por semana) con rompecabezas, bloques de juguete y juegos de mesa tendían a tener una mejor capacidad de razonamiento espacial. Curiosamente, otros tipos de juegos como dibujar, andar en bicicleta o jugar juegos de matemáticas no se asociaron con el desarrollo de tal habilidad.
Otro estudio realizado por la psicóloga Susan Levine de la Universidad de Chicago, una destacada experta en el desarrollo matemático infantil, confirmó además que los pequeños que juegan con rompecabezas desde una edad temprana desarrollan mejores habilidades espaciales.
Impulsa el pensamiento espacial a través del juego
¿Por qué tener mejores habilidades espaciales ayuda a tu hijo? Tener la capacidad de transformar mentalmente las formas es un factor importante para predecir el éxito posterior en ciertas carreras relacionadas con las matemáticas, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Los hallazgos de estos estudios muestran que actividades como jugar con rompecabezas y bloques de juguete durante los primeros años pueden sentar las bases y convertirse en una posible herramienta de intervención para la mejora de las habilidades matemáticas.
Si deseas fomentar el pensamiento espacial de tu pequeño, aquí hay una lista de actividades que podrías probar (además de incorporar bloques de juguete y rompecabezas en la rutina de tu hijo):
1. Cuando usen bloques de juguete, ¡sean creativos!
- ¡Involúcrate! Muéstrale a tu pequeño cómo construir y crear cosas diferentes juntos.
- Utiliza los desafíos como parte de la diversión. Invita a tu niño a que intente construir estructuras similares a las que ve en un libro o en la televisión, o que incluso intente reproducir una que estás construyendo tú.
- No olvides incorporar diferentes juguetes y accesorios para estimular aún más el juego imaginativo.
2. Aprovecha lo cotidiano para practicar el pensamiento espacial
Todos los días llevamos a cabo tareas espaciales. Puedes motivar a tu pequeño para que refuerce sus habilidades espaciales haciéndole preguntas como:
- ¿Qué forma obtendremos si cortamos el sándwich de lado?
- ¿Caben todos estos artículos en una bolsa?
- ¿Qué calle debemos tomar para llegar a casa, la izquierda o la derecha?
- ¿El plato se pone debajo o encima de la mesa?
3. Usa palabras que describan conceptos espaciales
Planea actividades con tu pequeño que le permitan utilizar conceptos espaciales, como jugar con rompecabezas y bloques de juguete. Una investigación realizada por la Universidad de Chicago reveló que los niños que escuchan a sus padres usar términos espaciales para describir el tamaño y la forma de los objetos, y que luego los usan en sus interacciones diarias, ¡obtienen mejores resultados en las pruebas de habilidades espaciales!
Algunos términos espaciales que puedes utilizar en tus interacciones diarias son: redondo, cuadrado, chueco, esquina, debajo, encima, pequeño y grande.
4. Usa gestos para reforzar el significado de palabras espaciales
Incorpora gestos cuando uses palabras espaciales (por ejemplo, grande, pequeño, alto, corto, círculo, rectángulo, cuadrado, curvo, etc.) para mejorar la comprensión de la palabra de tu hijo. Por ejemplo, si le estás describiendo a tu hijo la palabra «alto», alza la mano lo más alto que puedas.
Por último, recuerda no presionar demasiado a tu hijo. Las actividades deben ser lo suficientemente desafiantes y divertidas para promover el aprendizaje de tu pequeño, pero no deben ser demasiado difíciles porque se frustrará. Evalúa la confianza de tu hijo y, a medida que lo veas dominar una tarea, comienza a presentarle nuevos desafíos.
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