Es normal que muchas mamás y papás se preocupen cuando escuchan hablar del retraso en el desarrollo psicomotor. Sobre todo, cuando pasan ciertos meses o etapas y parece que su pequeño no está cumpliendo los hitos del desarrollo esperados.
Sin embargo, cada bebé se desarrolla a su ritmo. A veces cuando mamá y papá investigan sobre las etapas del desarrollo y ven que al llegar la semana o mes X su bebé no hizo de inmediato “lo que tenía que hacer” asumen que se trata de un retraso en el desarrollo.
Ahora, no quiere decir que estén del todo equivocados, pero deben recordar que estos hitos expresados en semanas o meses reflejan un promedio. Habrá niños que logren esos hitos un poco antes y otros poco después. Pero, entonces, ¿cómo saber cuándo sí se trata de un retraso en el desarrollo psicomotor?
Primero, ¿a qué se le considera como retraso en el desarrollo psicomotor?
En términos simples, cuando se habla del desarrollo psicomotor nos referimos a cuando un bebé domina los hitos motores. Los cuales también van ligados con el avance y maduración del sistema nervioso central, sus sentidos y la estimulación externa.
Se considera que el desarrollo psicomotor ocurre durante sus primeros 3 años de vida, que es cuando su cerebro tiene mayor plasticidad. Además, la corteza motora es una de las primeras áreas del cerebro que muestra actividad eléctrica, pero tarda varios meses en madurar por completo.
En gran parte, de este desarrollo psicomotor dependen las habilidades motoras gruesas y finas de tu pequeño, así como su coordinación. Sin embargo, más adelante veremos algunas otras causas por las que podríamos ver un “atraso” en estos hitos motores.
De esta manera, se le considera como retraso en el desarrollo psicomotor a un avance mucho más lento de lo normal en el alcance de los hitos promedio. Por ejemplo, si el rango normal para aprender a caminar es entre los 9 y 18 meses, y un niño de 20 meses no ha comenzado a caminar, esto se consideraría un retraso del desarrollo.
Puede que el retraso sea parcial o global. Es decir que se refleje en problemas de motricidad generales o específicos, como problemas de coordinación o dificultades para tomar objetos en sus manos. Un retraso global no es tan frecuente y al tratarse de un retraso parcial o específico muchas veces se puede confundir inicialmente con otros retrasos. Por ejemplo, un pequeño que sigue sin poder pronunciar bien las palabras a pesar de ya hablar con oraciones completas, podría bien ser un retraso del lenguaje.
Retraso del desarrollo psicomotor en bebés prematuros
El desarrollo de cada bebé puede variar, pero esto es particularmente cierto en el caso de los bebés prematuros. Esto se debe a que una semana más o menos en el útero de su mamá puede cambiar por completo el nivel de atención que requerirán. Cuanto más tardío sea el nacimiento, mayor será el aumento de peso de tu bebé, así como la madurez de los órganos pequeños, especialmente los pulmones y el cerebro.
Si tu bebé nació antes de las 37 semanas, entonces tienes que tomar en cuenta su edad corregida para dar seguimiento a su desarrollo. ¿Qué es la edad corregida? Es el cálculo que se hace a partir de la fecha en la que tu bebé nació (edad cronológica) hasta la fecha esperada de parto (las 40 semanas de gestación).
Esto es importante ya que, por ejemplo, puede que tu bebé haya nacido a las 32 semanas y tú empiezas a contar con los hitos del desarrollo motriz a partir de su edad cronológica. Pero en realidad tu bebé debe ir alrededor de dos meses “atrasado”. Así que, para estos hitos o etapas, es mucho mejor que consideres su edad corregida.
¿Cómo detectar un retraso en el desarrollo psicomotor?
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades enlista algunas señales de alerta que puedes tener en cuenta. La recomendación es que hables con tu pediatra si notas que tu hijo tiene alguna de ellas.
Señales de alerta sobre retrasos en el desarrollo psicomotor
2 meses
- No responde a sonidos fuertes.
- No sigue con la vista a las cosas que están en movimiento.
- No se lleva las manos a la boca.
- No puede levantar la cabeza cuando está boca abajo.
4 meses
- No sigue con la vista a las cosas que están en movimiento.
- No puede mantener la cabeza firme.
- No se lleva cosas a la boca.
- No se empuja con los pies cuando lo apoyan sobre una superficie firme.
- Tiene problemas para mover uno o ambos ojos en todas las direcciones.
6 meses
- No intenta tomar cosas que están a su alcance.
- No responde a los sonidos a su alrededor.
- Tiene dificultad para llevarse cosas a la boca.
- No se gira o rueda su cuerpo en ninguna dirección.
- Parece estar muy rígido, con músculos tensos.
- Su cuerpo es poco firme, como una muñeca de trapo.
9 meses
- No soporta su propio peso con las piernas teniendo apoyo.
- No se sienta con ayuda.
- No balbucea.
- No mira hacia donde tú señalas.
- No pasa juguetes de una mano a la otra.
12 meses
- No ha gateado.
- No puede estar de pie con apoyo.
- No usa gestos como saludar con la mano o negar con la cabeza.
- Pierde habilidades que alguna vez tuvo.
18 meses
- No señala cosas para mostrárselas a otras personas.
- No puede caminar.
- No copia lo que hacen las demás personas.
- Pierde habilidades que había adquirido.
2 años
- No copia acciones ni palabras.
- No camina con estabilidad.
- Pierde habilidades que había logrado.
3 años
- Se cae mucho o tiene problemas para subir y bajar escaleras.
- Se babea o no se le entiende cuando habla.
- No puede operar juguetes sencillos (tableros de piezas para encajar, rompecabezas sencillos, girar una manija).
- Pierde habilidades que había adquirido.
4 años
- No puede saltar sobre el mismo sitio.
- Tiene dificultades para hacer garabatos.
- Habla con poca claridad.
- Pierde habilidades que había adquirido.
5 años
- No dibuja.
- No puede cepillarse los dientes, lavarse y secarse las manos o desvestirse sin ayuda.
- Pierde habilidades que había adquirido.
¿Retraso o regresión?
Como ya viste el retraso se trata de una aparición lenta de los hitos motrices (mucho más allá del rango promedio) o a la falta de aparición de estos hitos. Sin embargo, también existe la regresión del desarrollo psicomotor.
Ésta puede ser mucho más fácil de detectar ya que se trata de cuando tu bebé va avanzando con los hitos del desarrollo psicomotor tal como se espera, pero de pronto deja de mostrar los avances aprendidos. Por ejemplo, si tu pequeño ya pasaba los objetos de una mano a la otra o si ya había dado sus primeros pasos, pero lo ha dejado de hacer por completo.
Si notas que este retraso psicomotor persiste en vez de tratarse de algo que de repente se le pasó hacer a tu pequeño, es importante que lo lleves con su pediatra lo antes posible para que detecte qué es lo que está causando estos cambios. Puede que se trate de problemas musculares o de coordinación, un retraso cognitivo, o en el peor de los casos de una parálisis cerebral.
Sólo recuerda no preocuparte antes de tiempo, es bueno que estés al pendiente de las señales, pero hasta no tener un diagnóstico médico no hay necesidad de inquietarse o transmitir esa preocupación a tu pequeño.
Promueve el desarrollo psicomotor de tu bebé conforme va creciendo
Si bien no podemos desesperarnos con el ritmo de cada bebé, sí podemos promover su desarrollo. Tomando en cuenta las etapas de desarrollo psicomotor, hay varios juegos y ejercicios que puedes realizar junto con tu pequeño para ayudarle a practicar y fortalecer sus conexiones neuronales. Puedes apoyarte de recursos como la app de Kinedu, que incluye una enorme variedad de ejercicios, juegos y recomendaciones para apoyar el desarrollo integral de tu bebé.