La presión arterial es una de esas cosas que es importante vigilar cuando estás embarazada. Tu médico debería revisarla en cada consulta. Durante el embarazo, es sumamente importante mantenerla bajo control para que tu bebé pueda tener un desarrollo saludable. Si tienes presión arterial alta durante el embarazo, puede convertirse en preeclampsia, que es una complicación grave que puede afectarte tanto a ti como a tu bebé. Aproximadamente, entre el 2% y el 8% de las mujeres embarazadas la experimentan. Es más común si es tu primer embarazo o si tienes menos de 20 o más de 35 años.
Generalmente, la preeclampsia aparece después de la semana 20, pero a veces puede ocurrir más tarde o antes, durante o después del parto. La preeclampsia puede variar de leve a grave, y en algunos casos, puede empeorar con el tiempo.
La preeclampsia es más riesgosa cuando se presenta en las primeras semanas del embarazo, porque provoca la constricción de tus vasos sanguíneos y puede llevar a hipertensión y daño en los órganos. Algunos síntomas que puedes tener incluyen vómitos, problemas de visión e hinchazón en la cara, manos o pies. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a tu médico de inmediato para una evaluación.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer es mantener una dieta saludable. Las frutas y verduras son clave, y también es bueno realizar ejercicio moderado de forma regular. El ejercicio te ayuda a mantener el equilibrio. Recuerda visitar a tu médico si notas algo fuera de lo común. Si te dijeron que tienes preeclampsia, no entres en pánico. Sigue las instrucciones de tu médico, adhiere a tu tratamiento e intenta no preocuparte; muy pronto tendrás a tu bebé en tus brazos. ¡Mantén una actitud positiva!
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