Puntos clave:
- Durante la etapa de recién nacido, los músculos del cuello del bebé son débiles y depende de los adultos para sostener su cabeza.
- Los recién nacidos tienen reflejos primitivos que les ayudan a moverse y hacer ejercicio, y estos reflejos son importantes para futuros movimientos voluntarios.
- El control de la cabeza es un hito crucial que sienta las bases para otros desarrollos físicos como gatear y caminar.
- Los padres deben tomarse el tiempo para establecer vínculos con su bebé y observar sus movimientos durante esta etapa de desarrollo.
Cuando tu bebé llega al mundo parece una persona diminuta y delicada. Cargarlo es la sensación más hermosa del mundo, pero también puede hacerte sentir un poco nerviosa. Tal vez no sepas si lo estás haciendo bien o qué tan delicada debes ser. En esta etapa, es muy importante que cuides cómo sostienes la cabeza de tu pequeño. Aquí de explicaremos por qué y cómo cambia esto con el tiempo.
Durante los primeros días, tu bebé aún no habrá desarrollado movimientos musculares voluntarios y la mayor parte de su masa corporal estará localizada en su cabeza. Por eso su cuello aún no es lo suficientemente fuerte para sostenerla. Sin embargo, tu recién nacido puede moverse y tiene cierta masa muscular. ¿Cómo lo sabes? Porque presentará algo llamado reflejos primarios que se definen como las respuestas del instinto de supervivencia frente al entorno. Por ejemplo:
- Si acaricias la planta del pie de tu hijo, sus dedos se abrirán en abanico. Tal vez incluso hasta estire la pierna.
- Si se asusta, gritará un poco y extenderá los brazos y luego se los llevará al pecho.
- Agarrará tu dedo automáticamente.
- Si tocas su mejilla, comenzará a succionar y volteará la cabeza. Esto es muy útil a la hora de alimentarlo.
- Si mueve la cabeza hacia la izquierda, extenderá el brazo izquierdo y viceversa.
Estos reflejos son muy importantes no solo para sobrevivir, sino porque luego se convertirán en movimientos voluntarios. Son los primeros hitos del desarrollo que alcanzará tu pequeño antes de comenzar a moverse conscientemente. Uno de esos hitos es el control de cabeza y mientras siga reaccionando con reflejos primitivos también estará moviéndose y ejercitándose.
Durante la etapa de recién nacido, los músculos del cuello de tu pequeño aún son muy débiles y necesitará de tu ayuda para sostener su cabeza. Realizará pocos movimientos voluntarios, pero se volverá más fuerte día tras día. Esta es una buena oportunidad para pasar tiempo cara a cara con tu bebé. Disfruta de cargarlo, acurrucarte con él, hacerlo sentir seguro y de conectar con él mientras lo cargas en brazos y sostienes su cabeza.
Poco a poco verás cómo sus músculos comienzan a fortalecerse y, al final del primer mes, su cuello será lo suficientemente fuerte como para girar la cabeza de lado a lado mientras está acostado. El desarrollo de estos músculos es muy importante porque, para tu recién nacido, este proceso comienza por la cabeza y luego continúa hacia las demás partes del cuerpo. Primero por los músculos centrales y luego el resto.
La adquisición del control de cabeza es crucial y sentará las bases para otros hitos del desarrollo físico como voltearse, sentarse, gatear y caminar. Además, tu bebé necesita ser capaz de sostener su cabeza antes de que puedas introducir sólidos en su dieta. En un abrir y cerrar de ojos verás que tu hijo logra hacer esto o hasta comienza a quedarse sentado.
¡Tómate el tiempo de relajarte y pasar tiempo con tu bebé, observa los pequeños movimientos que puede hacer y déjalo explorar!
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