Puntos clave:
- Permitir que los niños fracasen de manera segura y aprendan de sus errores les ayuda a desarrollar resiliencia, lo cual es esencial para criar a un adulto seguro, feliz y exitoso.
- Estar demasiado involucrado y sobrevalorar la inteligencia, los talentos y las capacidades de los niños puede en realidad disminuir su confianza y obstaculizar su voluntad de afrontar tareas desafiantes.
- Para criar niños resilientes y seguros de sí mismos, los padres deben ser confiables pero no intrusivos, involucrar a los niños en el proceso de toma de decisiones, dejar que los niños resuelvan sus propios problemas, utilizar el fracaso como un momento de enseñanza y ser un modelo positivo para manejar los reveses y desafíos.
- Enseñar a los niños a afrontar el fracaso les ayuda a desarrollar habilidades importantes como el pensamiento creativo, la capacidad de resolución de problemas y la resiliencia emocional.
Una vez que un bebé llega al mundo, el deseo innato de los padres es apoyarlo a medida que crece y protegerlo del fracaso y el dolor.
Tu vida ha cambiado por completo porque ahora la vida de alguien depende de ti para crecer y desarrollarse felizmente. Esta nueva responsabilidad no es una carga, es algo que estás dispuesto a hacer por amor. Sin embargo, esta promesa de proteger a tu bebé de todo peligro no significa que debas protegerlo de cualquier posible revés o fracaso. Significa que debes dejarlo fallar de manera segura.
Cambio de mentalidad: El fracaso es bueno ya que conduce al aprendizaje
Dejar que los niños fracasen de forma segura a veces es difícil. Con el paso del tiempo, muchos padres han comenzado a creer que “más” es mejor. Por ejemplo, elogiar «más» a sus hijos, ayudarlos «más» para que no se estresen, y la lista continúa. Aunque tienen buenas intenciones, estas acciones en realidad perjudican a sus pequeños.
A muchos padres no les gusta ver “fracasar” a sus hijos. Y, ¿quién podría culparlos? Solo quieren que sus pequeños tengan éxito, entonces, ¿cómo podrían soportar verlos batallar con algo? ¿Hasta dónde se supone que deben intervenir?
Un buen padre está involucrado y es responsable, pero respeta la autonomía de su hijo. Aunque puede resultar incómodo, los padres deben dejar que sus hijos cometan errores. Dejar que aprendan de estos y de sus fracasos ayuda a los niños a desarrollar resiliencia, ¡algo esencial para convertirse en un adulto seguro de sí mismo, feliz y exitoso!
¡Cuidado con los cumplidos!
Ya hemos hablado sobre el tema de la resiliencia en publicaciones anteriores, específicamente sobre la investigación de Carol Dweck con respecto al daño que ciertos tipos de elogios pueden tener en los niños.
«En realidad, la resiliencia se construye cuando los niños se enfrentan a golpes ocasionales, no experimentando vidas perfectas mientras pasan por la infancia». -Judith Locke, psicóloga clínica
Hacerle cumplidos a un niño puede hacer más daño que bien. Puede parecer contradictorio, pero se ha demostrado que elogiar la inteligencia, el talento y las habilidades de los niños disminuye su confianza. En cambio, es mejor concentrarse en celebrar su esfuerzo. Si los padres elogian la inteligencia de sus hijos, es menos probable que elijan tareas desafiantes por el miedo a no ser suficientemente «inteligentes» para superar un reto.
Se ha demostrado que los niños más felices y exitosos tienen padres que los dejan hacer las cosas pueden, sin ayuda. Una parte fundamental del crecimiento es desarrollar un sentido de autonomía, confianza y dominio. Por ejemplo, si tratas a tu hijo que camina como si no pudiera caminar, disminuirás su confianza en sí mismo. Si siempre estás tratando de protegerlo y rescatarlo, lo estás privando de la oportunidad de enfrentarse a desafíos nuevos, lo que afecta el desarrollo de las herramientas que necesitará en el futuro para manejar las inevitables y difíciles exigencias de la vida.
Criar hijos resilientes y seguros de sí mismos
La mejor manera de preparar a tu hijo para los desafíos de la vida es brindarle oportunidades para desarrollar su resiliencia dentro de un entorno seguro, amoroso y de apoyo.
Aquí hay algunas cosas que puedes probar:
Sé confiable, pero no intrusivo
Antes de que tu instinto parental se active, pregúntate: «¿Puede mi pequeño manejar esta situación de manera segura?». Solo presta atención a los detalles y sé consciente de todos los peligros. Un niño que desee hacer algo, como escalar un árbol, debe poder hacerlo, a menos que, por supuesto, haya una amenaza inminente, como la presencia de abejas y el niño sea alérgico a ellas.
Involucra a tu hijo en el proceso de toma de decisiones
Antes de tomar una decisión, tómate el tiempo de presentársela a tu pequeño. No tiene que ser una decisión crítica, podría ser algo tan fácil como elegir qué ponerse. Dejar que tu hijo elija su ropa, le ayudará a aprender qué lo hace sentirse cómodo y qué no. También puedes pedirle que seleccione el mejor camino para volver a casa. Explícale la diferencia entre los dos caminos y deja que tu hijo elija. Al final, evalúen el resultado de tomar una ruta y no la otra. En otras palabras, retroalimenta su decisión.
Sé paciente. Deja que resuelva sus problemas
A menudo, los padres se apresuran a ayudar a sus pequeños cuando estos tienen dificultades, ya sea por falta de tiempo por parte de los padres o porque no les gusta verlos batallar. De cualquier manera, primero deja que tu hijo resuelva sus problemas o dile que lo hagan juntos. Esto puede ir desde atarse los cordones de los zapatos hasta servirse un vaso de leche. Es posible que tu hijo necesite varios intentos para atarse los zapatos o incluso que derrame un poco de leche, pero hacerlo solo le ayudará a desarrollar la confianza en sí mismo, ¡ya que dominará una tarea y podrá resolver las cosas por sí mismo!
Ve el fracaso como una oportunidad de aprendizaje
Si tu pequeño ha fallado en algo que hizo, intenta enseñarle a aceptarlo para que aprenda habilidades de resolución de problemas. Trata de preguntarle qué podría hacer para obtener un mejor resultado la próxima vez, qué ha aprendido de eso o qué podría cambiar. Con esto, le ayudará a desarrollar la tolerancia a la frustración.
Sé un buen modelo a seguir
Tu hijo te observa de cerca todos los días, por lo que debes manejar tus contratiempos con elegancia. Si tiendes a entrar en pánico cada vez que llegas tarde o extravías tu teléfono, ¡no estás demostrando habilidades saludables para afrontar problemas! Recuerda asumir la responsabilidad cuando olvides algo. Muéstrale a tu pequeño que los adultos también cometen errores y los reconocen.
En general, recuerda que una pequeña decepción puede beneficiar a tu hijo, siempre y cuando le enseñes cómo recuperarse y afrontar el fracaso. Aprender a lidiar con los contratiempos es como aprender a andar en bicicleta, a veces te caes, pero siempre vuelves a subirte. Al aprender a lidiar con el fracaso, tu pequeño desarrollará habilidades importantes que le ayudarán a tener éxito, ¡como el pensamiento creativo, habilidades para resolver problemas y resiliencia emocional!
2 Responses
Interesante artículo y de educación eso me enswño a ser más diligente y dejar que mis hijos sean ellos mismos sin ponerle presión o opacarlos
Y dejar que se vayan desarrollando y experimentar en sus retos propios y experiencias en su crecimiento.