No importa qué tan cuidadoso seas, algún día puede ocurrir una caída. Miras hacia otro lado por un segundo y tu bebé puede caerse del sofá, la cama o mesa de cambio y terminar en el suelo. Es fácil sentirse como el peor de los padres. Sin embargo, no estás solo. Cada año, tan solo en los Estados Unidos, 2.8 millones de niños van a la sala de emergencia por lesiones relacionadas con una caída.

Así que, si tu bebé se cae, mantén la calma. La mayoría de las caídas no son graves, pero debes conocer las señales de advertencia y saber qué hacer cuando esto sucede.

salud y bienestar de bebe

¿Qué síntomas debo vigilar?

  • Hinchazón
  • Sangrado significativo
  • Pérdida de conocimiento y/o ojos en blanco
  • Mareos / Niño somnoliento
  • Vómitos
  • Pérdida del equilibrio
  • Llanto prolongado (más de una hora)
  • Llanto cuando se toca el área afectada
  • Una pupila más grande que la otra
  • Tu bebé es inusualmente débil y/o no responde
  • No se puede despertar o es muy difícil despertarlo

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¿Qué debo hacer si mi bebé se cae?

  • Por el momento, no te apresures a contactar a tu médico o llamar al número de emergencias.
  • Mantén la calma y consola a tu pequeño. Esto ayudará a que se calme y te ayudará a evaluar mejor su condición.
    • Nota de precaución: Si piensas que hay alguna posibilidad de una lesión en el cuello (es decir, si viste que se torció el cuello, o sabes que cayó directamente sobre su cabeza), no debes moverlo –esto puede causar complicaciones graves. Si es el caso, llama al número de emergencias e intenta calmarlo en el lugar donde cayó.
  • Desviste a tu bebé para revisar sus extremidades, la cabeza y el cuerpo y busca si tiene algún golpe, hematoma, enrojecimiento, hinchazón o deformidad. Si no ves ninguna hinchazón o protuberancias en la cabeza o el cuerpo, es probable que no haya una lesión significativa.
  • Si observas cualquier inflamación o deformidad evidente en las extremidades, o si tu hijo cojea durante varias horas, hay que ir a la sala de emergencias o al consultorio de tu médico.
  • Revisa si hay una lesión en la cabeza.
    • Nota de precaución: Presta mucha atención a la forma en la que se comporta tu bebé durante las próximas horas. Si no hay signos evidentes de lesión y está actuando normal, entonces probablemente no tienes de qué preocuparte. Sin embargo, si tu bebé parece inusualmente apagado, mareado o con sueño, o si comienza a vomitar, busca ayuda inmediatamente.
  • En caso de duda, llama al número de emergencias.
    • Si la caída parecía muy, muy fuerte, o si notas cualquiera de los principales signos de trauma discutidos anteriormente, llama a emergencias o lleva a tu pequeño a un centro de atención de urgencia pediátrica.
    • Si la lesión no parece especialmente grave, pero todavía tienes dudas, llama a tu médico de confianza o pediatra y él o ella será capaz de decirte cuál es el siguiente paso a seguir.

Es importante tomar en cuenta que el primer elemento de prevención es que los padres se den cuenta de que los bebés, por lo general, van un paso adelante de ellos, en cuanto a su desarrollo. Es decir, los padres pueden pensar que su pequeño es demasiado joven como para poder darse la vuelta, ¡hasta que sucede! Puedes estar cambiando el pañal de tu bebé y de la nada se voltea y se cae al suelo. Es por eso que es de suma importancia que los padres sean previsores.

A continuación, compartimos algunos consejos para evitar caídas o heridas graves:

  • Recubre con algo suave las esquinas afiladas y las esquinas de los muebles.
  • Coloca unas pastillas a prueba de deslizamiento debajo de todas las alfombras.
  • Mantén a tu pequeño alejado de espacios elevados, y coloca barreras en la parte superior e inferior de cada escalera.
  • Mueve las sillas y otros muebles lejos de las ventanas.
  • Ten mucho cuidado cuando tu hijo esté en la mesa de cambio. No lo pierdas de vista o lo dejes solo en ningún momento.
  • Baja el colchón de tu hijo tan pronto como empiece a ponerse de pie en su cuna.
  • Cuando estés en el supermercado, abróchale el cinturón del carrito de compras.
  • Usa protectores de seguridad para ventanas. No te fíes de las pantallas.

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