Seguro que alguna vez has estado en una clase de yoga o spinning y escuchaste esas frases motivadoras como «la mente sobre el cuerpo» o «tu cuerpo hace lo que tu mente quiere». Pues bien, durante el embarazo esas frases tomarán un significado completamente nuevo, sobre todo cuando llegue el momento del parto! Relajarte y cuidar de ti misma es clave para protegerte a ti y a tu pequeño de situaciones estresantes.
No te preocupes si al principio te sientes como una aprendiz, ¡todos empezamos así! Lo importante es practicar, practicar y practicar, porque la práctica hace al maestro. Si quieres aprovechar las técnicas de meditación durante el parto, dedica unos minutos cada día para aprender a alcanzar un estado de relajación física y mental. Un estudio de la Universidad de San José (2008) encontró que las futuras mamás que practicaron meditación y técnicas de conexión entre cuerpo y mente experimentaron menos estrés y ansiedad durante el embarazo, tuvieron partos más cortos y bebés más grandes en comparación con el grupo de control.
Aquí te explicamos cómo puedes hacer un ejercicio de escaneo corporal: Suena impresionante, pero es sencillo y con grandes beneficios. Se trata de dirigir tu atención a cada parte de tu cuerpo, ¡hasta las más pequeñas! Lo más importante es no juzgar ni criticar tu cuerpo o cualquier sensación que sientas. Solo observa y trata de liberar todo el estrés, tensión o dolor que pueda haberse acumulado.
En nuestro catálogo puedes encontrar videos que te guiarán paso a paso en la práctica de escaneo corporal. Pero si no quieres buscarlos o prefieres adaptar la técnica a tu tiempo, el Programa de Reducción de Estrés Basado en Ejercicios de Concentración (The Mindfulness Based Stress Reduction Program) sugiere unos pasos sencillos que puedes hacer donde y cuando quieras:
– Recuéstate en una superficie cómoda con las piernas estiradas, o si ya estás más avanzada en el embarazo, siéntate cómodamente. ¡Hazlo como te sientas mejor! Ponte una cobija si hace frío, es importante que estés cómoda durante el escaneo.
– Comienza por tus dedos del pie izquierdo (o derecho, tú decides). ¿Se sienten fríos? ¿Tensos? Observa y respira. Luego, sube por tu cuerpo, prestando atención a cada parte, desde los tobillos hasta la cabeza.
– Cuando termines de escanear cada parte por separado, une todo. Siente cómo tus dedos se conectan con tus manos, tus manos con tus brazos, y así sucesivamente. Hazte consciente de tus sensaciones, la sensación de la cobija sobre ti o el roce del aire en tu piel.
Cuanto más lo practiques, más fácil será concentrarte en tu cuerpo. Si tu mente se dispersa un poco, no te preocupes, simplemente vuelve a enfocarte en tu respiración. ¡Y diviértete explorando cada rincón de tu cuerpo! Este ejercicio te ayudará a enfrentar el parto con más calma y confianza. ¡Tú puedes!