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Las habilidades tempranas de memoria y atención se relacionan con las habilidades académicas

niña pequeña levantando la mano en la escuela

Puntos clave:

  1. La memoria y las habilidades de atención de un niño durante los primeros cuatro años de vida pueden predecir el rendimiento académico una vez que comienza la educación formal, según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Stanford.
  2. Las habilidades de atención y memoria de un niño son especialmente beneficiosas durante los años de la escuela primaria, cuando el niño está aprendiendo por primera vez a leer, escribir y utilizar el pensamiento abstracto y conceptual.
  3. La relación entre la atención y las habilidades de memoria de los niños se vuelve menos importante a medida que pasa el tiempo, lo que significa que en la escuela secundaria y la universidad, aprender cada materia se convierte en el mejor predictor de éxito.
  4. Estimular a un niño con actividades creadas específicamente para ayudarlo a mejorar su atención y sus habilidades de memoria puede darle una ventaja cuando comience la escuela y ayudarlo con la concentración, las distracciones y los impulsos inhibidores.

En 2005, las psicólogas Debora Stipeck y Rachel Valentino de la Universidad de Standford estudiaron la relación entre las habilidades de memoria y atención durante la primera infancia, y si estas se relacionaban, a través del tiempo, con habilidades académicas como la lectura y la comprensión matemática. Estudiaron a 5,873 niños estadounidenses desde la edad de 3 años y evaluaron sus habilidades cognitivas y desempeño escolar en seis ocasiones hasta que los niños cumplieron 14 años. Curiosamente, descubrieron que las habilidades de memoria y atención durante los primeros cuatros años de vida de un niño predecían el desempeño académico que tendría una vez que empezara su educación formal, además de que esa relación se mantenía hasta bien entrada la adolescencia.

La investigación concluyó que la relación entre la memoria y atención de los niños es mucho más fuerte durante los años de preescolar y que esta se va debilitando conforme pasa el tiempo. Eso significa que los esfuerzos por desarrollar la atención y memoria rinden muchos más frutos durante el periodo de educación básica, cuando los niños aprenden a leer, a escribir y a usar el pensamiento abstracto y conceptual. Sin embargo, en la preparatoria y la universidad, cuando las materias comienzan a ser más especializadas, la relación antes mencionada pasa a segundo plano y lo que predice el éxito ahora es el aprendizaje profundo sobre el tema estudiado. Por supuesto, el desempeño académico es un tema muy complejo que no puede reducirse a estos dos factores, pero el estudio muestra que los primeros cuatro años de desarrollo cognitivo son muy útiles cuando los niños comienzan a ir a la escuela.

Algunos de los retos más importantes a los que se enfrentará tu hija cuando entre a la escuela serán concentrarse en la maestra, ignorar las distracciones para poder completar una actividad, e inhibir impulsos o conductas que puedan distraerla de lo que está haciendo. Sabiendo esto, y a pesar de que la escuela es algo aún muy lejano, puedes comenzar a trabajar con tu hija y estimularla con actividades específicas que fomentarán sus habilidades de memoria y atención.

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