Puntos clave:
- La música capta la atención de los niños y apoya la adquisición del lenguaje.
- Las canciones repetitivas ayudan a los niños a aprender nuevas palabras y mejorar sus habilidades de memoria.
- Anima a tu hijo a inventar canciones cortas sobre actividades diarias.
- Utiliza la música para los movimientos de los dedos, juegos de ritmo, sesiones de baile y conectar con las emociones.
Instintivamente, muchos padres utilizan la música y los sonidos rítmicos para tranquilizar a sus hijos. Lo hacemos porque la música sirve para expresar emociones positivas, llamar la atención del pequeño e interactuar con él. Según un estudio realizado en 2016 por el Instituto del Cerebro y Creatividad de la Universidad del Sur de California, la música no solo es hermosa y divertida, sino que también activa los circuitos cerebrales de modos que las actividades visuales y físicas no pueden, sobre todo a nivel de adquisición del lenguaje. Esto puede deberse a que vincula estrechamente la mente y el cuerpo.
Escuchar canciones repetitivas beneficia enormemente a bebés y niños pequeños porque, al hacerlo, aprenden nuevas palabras y trabajan su memoria. Disfrutan mucho las canciones que hablan sobre objetos que ya reconocen o con los que suelen interactuar, o con música con ritmos predecibles que pueden replicar con movimientos corporales.
Estas son algunas ideas de actividades musicales para estimular las habilidades musicales de tu hijo sin necesidad de inscribirlo a clases de violín:
- Inventen canciones cortas sobre algún objeto o alguna actividad diaria. Canten cuando vean esa cosa o sea ese momento especial del día de modo que estimules la atención y memorización de tu pequeño. Como sabrás por experiencia, el cerebro recuerda mejor las palabras cuando estas están acompañadas de música.
- Haz que tu hijo practique su motricidad fina y coordinación haciendo juegos de dedos con canciones como Witzy, witzy araña.
- Jueguen juegos rítmicos. Haz que reproduzca el ritmo de una canción golpeando objetos con sus manos o pies, en el suelo, sobre una caja u otras superficies.
- Bailen. Pon diferentes tipos de música y baila con tu pequeño al ritmo de la canción. Enséñale cómo hacerlo y anímalo a describir la música que están escuchando con palabras simples como ruidosa, lenta, feliz, etc. De este modo trabajará su coordinación de brazos, piernas y torso.
- Ayuda a tu pequeño a relacionar emociones con ciertas piezas de música clásica.
- Escuchen juntos canciones que le gusten a los dos, así descansarás de la música para niños. Te recomendamos la banda sonora de La novicia rebelde (en España, Sonrisas y lágrimas). Este musical tiene canciones repetitivas que usan palabras simples y son divertidas de cantar.