El ácido fólico es como el superhéroe de las vitaminas, ¡y todos lo quieren en su equipo! Pero, ¿qué es realmente el ácido fólico y por qué es tan importante? Resulta que es un derivado de la vitamina B9, también conocida como Folato. Hace tiempo, descubrieron que tener bajos niveles de vitamina B9 estaba relacionado con bebés que nacían con defectos en el tubo neural. Por eso, los profesionales de la salud se han esforzado en promover el consumo de ácido fólico de todas las formas posibles: en alimentos y en suplementos.
Ahora, gracias a los esfuerzos alimentarios, muchos de los productos que comemos ya tienen un poco de ácido fólico. Por ejemplo, el pan, las pastas, el arroz y los cereales. Pero esto no es suficiente para las futuras mamás y las que están planeando embarazarse. Según expertos de Harvard, durante el embarazo es mejor disminuir la ingesta de alimentos con ácido fólico agregado, y optar por alimentos naturales ricos en vitamina B9.
¿Quieres algunas opciones deliciosas? Aquí te van:
- ½ taza de lentejas cocidas: 180 mg
- ½ taza de espinaca: 132 mg
- ½ taza de frijoles negros: 128 mg
- 1 ½ oz de semillas de girasol: 101 mg
- ½ taza de hojas de nabo cocinadas: 85 mg
- ½ taza de brócoli cocido: 84 mg
- 1 taza de jugo de naranja recién exprimido: 74 mg
- 1 ½ oz de cacahuetes: 62 mg
Cuida lo que comes, pero sin olvidar que las comidas no deben ser motivo de sufrimiento, ¡intenta disfrutar al nutrirte! Sé creativa y utiliza estos alimentos básicos para crear nuevas y deliciosas recetas. ¡Tu cuerpo y tu bebé te lo agradecerán!