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Fomentar la relación con mi hija durante y después de los terribles dos años

mamá pintando con sus dos hijas pequeñas

Puntos clave:

  1. El profesor Matthew Sanders investiga el impacto del buen trato parental en las relaciones entre padres e hijos y el desarrollo emocional.
  2. Consejos: Conversaciones diarias, interés genuino, expectativas realistas y elogio al esfuerzo y mejora fomentan el desarrollo emocional.
  3. La coherencia entre palabras y acciones es crucial, al igual que la enseñanza incidental.
  4. Las consecuencias lógicas, el reconocimiento de emociones y ayudar a los niños a expresarlas son estrategias efectivas.

El profesor en psicología Matthew Sanders, de la Universidad de Queensland, ha pasado los últimos diez años investigando la crianza positiva. Se ha enfocado en los efectos que esta tiene en la relación entre padres e hijos, en cómo potencia las habilidades y la confianza de los cuidadores, y en cómo ayuda al desarrollo de buenas habilidades emocionales en los niños durante la infancia.

Elegimos algunas ideas claves de su artículo de 2008 “The Triple P: Positive Parenting Program as a public health approach to strengthening parenting” (Las tres P’s: Programa de Paternidad Positiva como una aproximación a la salud pública para una mejor crianza) publicado en la Revista de psicología familiar. Esta es una lista de consejos de cómo fomentar el desarrollo emocional de tu hija, sobrevivir los terribles dos años y disfrutar de esta etapa:

  • Date el tiempo de hablar con ella todos los días. Dedícale toda tu atención.
  • Interésate en sus gustos, intereses, peculiaridades y desarrollo. Esto parece ser algo intuitivo, pero muchas investigaciones demuestran que estar en sintonía con tu hija es mucho más efectivo para su desarrollo socioemocional que el intentar ser la madre perfecta.
  • Ten expectativas razonables para su edad.
  • Reconoce sus esfuerzos y halaga su progreso.
  • Hazte consciente que los niños son muy sensibles a la comunicación no verbal de sus padres. Trata de ser coherente con lo que dices y haces.
  • Usa la enseñanza incidental. Por ejemplo, si tu pequeña está comiendo dedos de queso o galletas, pregúntale sobre las formas y colores para estimular su aprendizaje.
  • Mantén consecuencias lógicas para las malas conductas. Por ejemplo, retira el objeto que es causa del conflicto y habla con tu hija sobre lo que pasó.
  • Reconoce sus emociones y ayúdala a expresarlas con palabras.

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