Las heridas y rasguños en los niños son sumamente comunes. Si tu pequeño se corta o raspa al caer no te preocupes. La mayoría de estas heridas son superficiales y solo afectan la piel externa. En estos casos un abrazo, mucho cariño y limpieza con jabón y agua son el mejor consuelo.
En ciertas ocasiones tu hijo puede cortarse y hacerse una herida más profunda. Recuerda que esto es totalmente normal y no hay porque alarmarse. Practica una higiene adecuada y sigue los siguientes pasos para evitar que se infecte.
¿Qué hacer si mi pequeño se corta?
- Presiona el área afectada para parar el sangrado. Ciertas partes del cuerpo son más propensas a sangrar (por ejemplo, la cabeza), así que probablemente debas aplicar presión durante unos 10 minutos.
- Después de haber ejercido presión, lava muy bien la herida con agua tibia y jabón.
- Si lo consideras necesario, aplica crema antibiótica (aquella sugerida por tu médico) y tapa la herida con un curita o una gasa.
- Si la herida es grande o puede llegar a ensuciarse, límpiala diariamente, aplica la crema antibiótico y vuelve a cubrir.
- Cuando notes que ya se ha formado una cicatriz, deja que termine de curarse sin cubrirla.
¿Qué no hacer?
- No utilices alcohol o peróxido de hidrógeno en la cortada ya que, además de provocar dolor, puede dañar el tejido de la piel.
- Asegúrate de no exponer la herida al sol, ya que esto puede dejar una marca o cicatriz.
- No utilices jabón irritante o muy perfumado durante el tiempo en que cicatriza la herida. Lo más recomendable es utilizar un jabón neutro y suave.
- No beses la herida directamente, ya que puedes transmitir gérmenes.
- Finalmente, deja que la costra se caiga por sí sola; intentar eliminarla puede dejar cicatrices en la piel.
¿Cuándo contactar al médico / ir a urgencias?
Al momento del accidente:
- Si el sangrado no para a pesar de presionar directamente el área durante más de 10 minutos.
- Si la herida tiene tierra, la cual no puedes eliminar.
- Si la piel está muy abierta.
- Si la herida es muy profunda o puedes ver hueso o tendones (ve directo a urgencias).
Posterior a limpiar la herida:
- Si ésta se ha infectado (por ejemplo, si hay pus).
- Si la inflamación y el dolor aumentan después de 48 horas.
- Si después de 10 días aún no sana.
Esperemos que no tengas la necesidad de contactar al doctor y que los accidentes de tu pequeño sean mínimos. Sin embargo, confía en tus instintos para poder ayudar a tu pequeño. ¡Por lo pronto, no tengan miedo y sigan jugando!