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¿Cuándo comenzará mi hijo a colaborar y cómo puedo fomentarlo?

dos niños pequeños jugando juntos

Puntos clave:
1. Colaborar implica trabajar juntos para alcanzar un objetivo común y requiere habilidades cognitivas y sociales avanzadas.
2. La capacidad de los niños para colaborar varía según la edad, con niños de un año mostrando una cooperación limitada y niños de dos años comenzando a cooperar con sus pares.
3. Los niños de tres años son más receptivos a las necesidades de sus compañeros y comprenden compromisos compartidos, creando una responsabilidad para colaborar.
4. Los niños pequeños desarrollan habilidades cognitivas que les permiten distinguir las intenciones de los demás y diferenciar entre acciones intencionales y no intencionales en la colaboración.

Colaborar significa que dos o más personas trabajan en equipo para alcanzar una meta en común, cada uno tiene un rol individual durante el proceso y, al final, la recompensa se divide equitativamente. Además, colaborar requiere de habilidades cognitivas y sociales muy avanzadas con las cuales los niños comprenden que cuando aceptan hacer algo, existe una expectativa cultural de que cumplirán con su palabra. Por ejemplo, si un niño le dice a tu hijo “hagamos una torre” y él responde que sí, entonces acepta que colaborará y se crea una obligación mutua entre los dos niños. Entonces ¿colaborar es demasiado complicado para tu hijo? ¡Por supuesto que no! Tu pequeño hasta podría sorprenderte al demostrarte lo inteligente que es. Claro que este es un proceso gradual y dependerá de la etapa de desarrollo de tu hijo. Algunos estudios han encontrado resultados interesantes sobre el tipo de colaboración que se da en diferentes etapas de la infancia temprana.

Niños de un año
Aunque los bebés de hasta 6 meses de edad pueden interesarse por otros bebés, en esta etapa no suelen interactuar con sus pares. A veces pueden cooperar con los adultos en juegos simples y hasta comprenderán las intenciones y metas de otras personas al leer su conducta. Sin embargo, esto no es suficiente para que asimilen sus propósitos con los de un compañero y trabajen en equipo para alcanzar una meta común. Por lo tanto, la actividad coordinada entre dos bebés será muy rara y, si se da, será una coincidencia y no un acto colaborativo porque aún no son capaces de tomar en cuenta las acciones de sus pares, incluso si éstas les sirven para alcanzar su meta.

Niños de dos años
En esta etapa, los niños comienzan a interactuar más con sus pares y amplían sus mundos sociales. Por lo tanto, mejoran sus habilidades sociales y son capaces de deducir las intenciones de otras personas basándose en sus conductas o en señales más sutiles. Además, comenzarán a imitar a los demás mientras juegan. Por lo mismo, a esta edad los niños sabrán cooperar mejor para establecer metas en común. Así, poco a poco, adquirirán las habilidades necesarias para cooperar activamente y alcanzar una meta gracias a que toman en cuenta las acciones de otros niños y se adaptan a ellas usando las técnicas de monitoreo, actuar de forma oportuna y secuenciación. Contrario a los pequeños de un año, los niños de dos ya ven a sus pares como compañeros con los cuales cooperar. Sin embargo, esta colaboración puede ser el resultado de que ambos niños busquen lo mismo sin darse cuenta de que su compañero tiene la misma intención. Es decir, un niño entiende que para alcanzar su meta su compañero debe hacer algo en específico, pero no entenderá que los dos tienen el mismo propósito en mente.

Niños de tres años en adelante
En este punto, los niños suelen tomar más en consideración las necesidades y deseos de los demás y se enfocan más en el otro cuando hablan, por ejemplo, diciéndole o pidiéndole a su compañero que haga algo. Por lo tanto, su conducta cooperativa será más sensible y se verá influenciada por sus pares. Ahora, los niños comprenden lo que es un compromiso y que este genera una responsabilidad para colaborar con el otro. Esto se ve en varias situaciones, por ejemplo: si un niño recibe una recompensa mayor, su compañero insistirá en que debe recibir lo mismo o el primer niño compartirá con su amigo, o si un niño toma más de lo que merece, el otro se quejará y tal vez logre que el primero ceda. Además, los niños de tres años se darán cuenta de que, si no desean cumplir con su parte del trato, deben pedir permiso o disculparse (esto lo verás reflejado en frases como “ya no quiero hacerlo o “mejor hagamos esto”). Los pequeños pueden reaccionar de diferentes maneras ante la deserción de un compañero. Por un lado, tal vez protesten cuando se den cuenta de que fue algo intencional; y por otro, tal vez le enseñen a su compañero si no están seguros de que comprende cuál era su papel. Por lo tanto, a esta edad los pequeños demuestran varias habilidades cognitivas que les permiten distinguir las intenciones de los demás y diferenciar entre un niño que sabe lo que hace y otro que no.

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