Puntos clave:
- Los berrinches son comunes entre los 2 y 4 años.
- Los berrinches son una forma en que los preescolares expresan sentimientos intensos o frustraciones.
- Ayuda a prevenir berrinches abordando el hambre, la fatiga y las transiciones.
- Utiliza estrategias como la distracción, la comprensión y espacios seguros para manejar los berrinches.
Como el cerebro de los niños de preescolar se sigue desarrollando, es normal que a veces tu hija se emocione, se frustre, se entristezca o se moleste por algo y reaccione de esa manera. Como sus habilidades verbales son limitadas, cuando tu pequeña hace un berrinche, en realidad está tratando de comunicarte que está batallando con alguna emoción muy fuerte o con un problema que parece imposible de resolver. Aunque esta situación es muy común entre los 2 y 4 años de edad, algunas rabietas se pueden evitar. Sin embargo, como es inevitable que se den de vez en cuando, úsalas para comprender mejor a tu hija y comunicarle que la entiendes y que quieres ayudarla.
- Da el ejemplo de cómo manejar tus emociones de forma calmada.
- Anticipa. Muchos niños suelen hacer berrinches cuando están cansados o tienen hambre. Mantener una rutina con horarios de comida, descanso y momentos de tranquilidad evitará que te encuentres frente a un monstruo inconsolable.
- Avísale a tu hija que el tiempo de realizar una actividad se está acabando. Esos minutos de advertencia disminuirán la probabilidad de rabietas cuando se termine el tiempo de juego.
- Reconoce las emociones que siente y ayúdala a expresarlas con palabras antes de que las cosas escalen a una rabieta.
- Los psicólogos de la extensión del Departamento de Estudios sobre el Desarrollo Humano y Familiar de la Universidad Estatal de Iowa recomiendan «distraer, quitar, ignorar y aguantar».
- Trata de descifrar la causa del enojo o frustración: cuándo, qué, dónde, quién…
- Deja que tu hija explore su personalidad siempre y cuando no comprometa la seguridad o salud de nadie.
- Mantente firme, pero calmada y tranquilízala. Crea un espacio seguro para que tu pequeña explore sus relaciones y emociones sabiendo que la seguirás queriendo pase lo que pase.
- Cuando se haya calmado, hablen sobre lo que pasó durante la rabieta. Enfatiza la emoción que sintió y por qué surgió, y recuérdale que te quedaste con ella. Cuando esté lista, dale un abrazo y pregúntale si se siente mejor.
Lee más consejos prácticos de los terapeutas familiares de la Universidad Estatal de Iowa descargando el PDF del siguiente enlace: Understanding Children: Temper Tantrums.