Puntos clave:
- La fiebre es el aumento de la temperatura central del cuerpo como un mecanismo de defensa natural.
- Los bebés pueden tener fiebre por muchas razones, siendo las infecciones virales la causa más común.
- Se considera una situación grave o de emergencia cuando un recién nacido tiene fiebre o cuando tu bebé tiene una fiebre alta por encima de 40º Celsius.
- La fiebre puede controlarse mediante medicamentos, y también se pueden utilizar métodos físicos complementarios.
- El grado de fiebre no siempre se correlaciona con la gravedad de la enfermedad.
- Las convulsiones febriles pueden ocurrir si hay antecedentes familiares.
¿Qué es la fiebre?
La fiebre es el aumento de la temperatura central del cuerpo como un mecanismo de defensa natural contra infecciones bacterianas o virales. Todos los niños experimentan fiebre en algún momento de sus vidas, y no necesariamente es una señal de gravedad o algo de qué preocuparse.
Se considera fiebre si, cuando se mide por vía rectal, la temperatura es superior a 38º Celsius, y si se mide debajo del brazo o con un termómetro infrarrojo, la temperatura es superior a 37.5º Celsius.
¿Por qué pueden tener fiebre los bebés?
Los bebés pueden tener fiebre por muchas razones, siendo las infecciones virales la causa más común, pero también procesos como la dentición pueden causar fiebre. Si la fiebre se debe a un virus, generalmente se resuelve por sí sola, y lo único que podemos hacer es controlar la fiebre, a veces con medicamentos.
Siempre se recomienda consultar con el pediatra cuando un bebé tiene fiebre, ya que también podría deberse a otras afecciones.
¿Cuándo debo preocuparme?
Es importante saber que la fiebre se considera leve cuando oscila entre 37.5º y 38.3º Celsius. Es moderada cuando oscila entre 38.4º y 39.8º Celsius, y se considera fiebre alta cuando es superior a 40º Celsius.
Se considera una situación grave o de emergencia cuando un recién nacido (menos de 28 días de edad) tiene fiebre, y se requiere atención médica inmediata. Además, si un bebé tiene una fiebre alta por encima de 40º Celsius, se considera una emergencia, y se debe buscar ayuda médica de inmediato.
¿Cómo puedo reducir la fiebre?
La fiebre se puede controlar mediante medicamentos. Es esencial tener medicamentos como paracetamol, ibuprofeno o diclofenaco (según su situación específica, puedes discutir con tu médico cuál es el mejor medicamento para tu bebé) en casa. También es importante tener un medicamento para administración rectal, como paracetamol (porque tiene efecto más rápido). Antes de darle cualquier medicamento a tu bebé, consulta a tu pediatra.
También se pueden utilizar métodos físicos complementarios junto con los medicamentos para controlar la fiebre, pero es esencial dar el medicamento primero y luego aplicar los métodos físicos.
Algunos de estos métodos son:
- Mantener al bebé fresco sin cubrirlo demasiado.
- Darle un baño tibio (no frío) de 30 minutos y mojar todo su cuerpo.
- Aplicar compresas húmedas en todo el cuerpo.
Temores sobre la fiebre
El grado de fiebre no siempre se correlaciona con la gravedad de la enfermedad; por ejemplo, en enfermedades como la mononucleosis. Sin embargo, algunas enfermedades implican mayor gravedad, y afecciones como otitis o infecciones del tracto urinario pueden causar fiebres altas.
Las convulsiones febriles pueden ocurrir si hay antecedentes familiares, y es importante saber que no necesariamente están relacionadas con el grado de temperatura. Algunos bebés experimentan convulsiones con fiebres leves o moderadas.
Si tu bebé experimenta una convulsión febril, es importante mantener la calma durante el episodio, colocar al bebé de lado, no ponerle nada en la boca y medir la duración de la convulsión (para informar al médico posteriormente). Busca ayuda médica de inmediato.
La fiebre en los bebés puede ser motivo de preocupación, pero con el conocimiento adecuado y siguiendo los consejos mencionados, puedes reaccionar de manera adecuada y ayudar atu pequeño a enfrentarla de la mejor manera posible. Recuerda que cada bebé es diferente, y si tienes alguna duda o inquietud, siempre es mejor consultar a tu pediatra, quien puede brindar orientación específica para el bienestar de tu bebé.
