Te preguntarás por qué sacamos el tema de la actividad física en niños tan pequeños. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), muchos menores de 5 años no cumplen con la actividad física mínima recomendada de 60 minutos diarios. Sus investigaciones establecen que los niños de entre 2 y 5 años deben ejercitarse por al menos 120 minutos cada día. La AAP reportó que muchos padres no dedican un tiempo específico diario a la actividad física porque creen que sus hijos ya hacen ejercicio por sí mismos cuando están muy activos y andan de arriba a abajo explorando, comiendo o jugando.

Sabemos que realizar una actividad física es algo bueno y necesario para el correcto desarrollo de los niños. A los dos años, estos trabajan la motricidad gruesa, el equilibrio, la coordinación de piernas y brazos, y la sincronización visual y espacial jugando activamente dentro o fuera de la casa, con sus padres u otros niños. Además, los beneficios del ejercicio van mucho más allá del desarrollo físico y motriz. Investigadores de la Universidad de Montreal (2008) descubrieron que el ejercicio a temprana edad ayuda al desarrollo cognitivo de etapas posteriores: regula las emociones, desarrolla el sentido de maestría, mejora la conciencia emocional, las habilidades de negociación y la inteligencia espacial.

desarrollo de tu bebe

Ahora que ya sabes que el juego activo es muy importante para el desarrollo de tu hija, aquí te damos algunos consejos y estrategias apropiadas para que le saque el mayor provecho a su actividad física.

  • Si no se te ocurre qué jugar, piensa en las actividades físicas que le gustan a tu pequeña y qué áreas de juego o espacios abiertos hay cerca de tu casa.
  • Anímala a jugar libremente, dejando que su imaginación guíe el juego, o jueguen un juego estructurado que tenga algunas instrucciones o reglas. Algunas opciones divertidas son jugar a las escondidas, hacer burbujas y perseguirlas, imitar el movimiento de los animales, jugar  a «seguir al líder», bailar al ritmo de la música, etc.
  • Ve a caminar con tu hija y en vez de llevarla en la carriola, deja que camine hasta que se canse.
  • Dale juguetes que fomenten la actividad física, como pelotas, papalotes, etc.

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