Puntos clave:
1. La música despierta alegría, expresión y aprendizaje emocional en los niños.
2. Las interacciones musicales ayudan a los niños a entender y expresar emociones.
3. El juego musical fomenta la cooperación y interacciones positivas con otros.
4. Exponer a los niños a diferentes estilos musicales promueve la conciencia cultural y la confianza.
En la primera parte de este artículo dijimos que exponer a tu hijo a la música desde temprana edad tenía un efecto positivo en sus habilidades socioemocionales futuras.
Un estudio reveló que los niños reaccionan de forma alegre ante la música y que esto les facilita expresarse y aprender. Escuchar y cantar sobre sentimientos también ayuda a los pequeños a identificar las palabras que corresponden a ciertas emociones. Aplaudir y cantar evoca emociones, incluso si la canción no tiene letra. Investigaciones en niños de 3 a 9 meses mostraron que, incluso a esta edad, los bebés saben distinguir entre melodías felices y tristes y que esto estimula su desarrollo social y comunicativo. Como la música detona varias emociones, esto permite que los pequeños entren en contacto con sus emociones y, más adelante, con las de los demás.
Conforme animes a tu hijo a explorar con sonidos, tonos y ritmos; él comenzará a crear sus propias experiencias musicales. Convertir esto en un trabajo en equipo invitando a otros miembros de la familia o amigos a participar le dará la oportunidad a tu hijo de cooperar y desarrollar relaciones personales. Creen un festival donde cada uno haga un sonido o ruido durante una presentación. Estas experiencias fomentarán el juego paralelo, las interacciones positivas y el trabajo en equipo, lo que sentará las bases para formar futuras amistades y relaciones.
Escuchar música, bailar al ritmo de una canción o experimentar con instrumentos musicales permite que los niños exploren su expresividad y aprendan sobre sí mismos y su ambiente. Conocer canciones de otras culturas permitirá que tu hijo desarrolle una conciencia cultural y valide la importancia de sus orígenes. Además, al entrar en contacto con varios estilos, ritmos y melodías lo expondrás a experiencias nuevas y nutrirás su sentimiento de confianza y pertenencia a una cultura.
Estudios transculturales siguen confirmando que la música es un fenómeno universal. Todas las sociedades poseen un género de música dedicada a los niños, ya sean canciones de cuna, tarareos, canciones de juego o el canto de los padres. Se ha demostrado que la música tiene efectos positivos sobre el desarrollo infantil. También se sabe que el canto de los padres aumenta la tolerancia y felicidad de estos, fortaleciendo la cercanía y relación con sus hijos y el desarrollo óptimo de los bebés. Incluir música en tus interacciones con tu pequeño tendrá un impacto en su desarrollo socioemocional y sentará las bases para tener futuras relaciones personales.
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