Puntos clave:
1. El gateo mejora habilidades motoras y equilibrio.
2. Estimula coordinación cerebral y resolución de problemas.
3. Fomenta confianza e independencia social.
4. Fortalece el sistema inmunológico al explorar superficies diversas.
El gateo clásico donde los bebés se colocan en cuatro puntos y alternan las manos y piernas para avanzar está lleno de beneficios. No solo es el primer medio oficial de movilidad e independencia de tu bebé, sino que también es una parte importante de su desarrollo físico, cognitivo y emocional. Si quieres aprender más, sigue leyendo.
Beneficios físicos
- Motricidad gruesa derivada de los movimientos del cuerpo
- Motricidad fina gracias al fortalecimiento de manos y dedos
- Equilibrio y estabilidad de la parte inferior del cuerpo
- Fortalecimiento de los músculos de los hombros y de la cadera
- Habilidad para cambiar el peso corporal superior e inferior (necesario para cuando el bebé empiece a caminar)
- Control sobre el cuerpo
Beneficios cognitivos
- Coordinación bilateral de ambos hemisferios cerebrales e integración de ambos lados del cuerpo
- Movimientos complejos de brazos y piernas trabajando en oposición establecen una plantilla en el cerebro para futuros aprendizajes
- Deseo de explorar que abre una nueva perspectiva del mundo
- Conciencia espacial
- Resolución de problemas y flexibilidad cognitiva (si tu bebé encuentra un obstáculo debe decidir qué hacer para superarlo)
- Planificación motriz derivada de la prueba y error
- Coordinación ojo-mano
- Agudeza visual, coordinación de ambos ojos, percepción de profundidad y enfoque binocular
Beneficios socio-afectivos
- Pilar para el desarrollo de competencias futuras que permitan la socialización
- Confianza en sí misma derivada de la toma de riesgos
- Independencia
Beneficios de salud
- El estar en contacto con nuevas superficies fomenta el desarrollo del sistema inmune
Si tu bebé aún no ha aprendido a gatear, ¡no te preocupes! Los bebés aprenden a hacerlo cuando están listos y, aunque no se les puede forzar, es importante animarlos. Para ayudar a tu bebé, despeja el piso, asegúrate de que la superficie sea cómoda para sus rodillas, coloca juguetes atractivos fuera de su alcance para que tenga que moverse para alcanzarlos, ¡y no olviden divertirse!
También recuerda que hay muchos estilos diferentes de gateo, no te preocupes si tu bebé no gatea de la manera tradicional. El cerebro de un niño es altamente plástico, lo que significa que puede adaptarse fácilmente a su entorno. Así que, incluso si tu pequeña no gatea en la forma típica o se brinca esta etapa, no habrá problema en su desarrollo.
Para mayor información no dudes consultar las siguientes libros:
- Linking Bodies and Minds por Anne O’Connor & Anna Daly
- A Moving Child is a Learning Child por Gill Connell & Cheryl McCarthy
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