El estreptococo del grupo B (o GBS) es una bacteria que vive en el tracto digestivo del 10% al 30% de las personas sin causar ningún problema. Pero si esta pequeña bacteria se introduce durante el parto o en los primeros días de vida de tu bebé, puede causar problemas graves. El GBS puede llegar a la sangre, pulmones o cerebro del bebé.
Pero no te preocupes, si se detecta a tiempo y se trata antes del parto, puedes evitar que tu bebé se vea afectado por esta infección. La prueba del GBS se realiza unas semanas antes del parto, y si da positivo, recibirás un tratamiento con antibióticos o algunas recomendaciones para evitar que tu bebé se infecte y sufra condiciones como la meningitis o la sepsis.
Según un estudio de la Sociedad Americana de Microbiología, esta bacteria puede ser perjudicial para los bebés porque puede mutar y debilitar sus defensas, que aún están un poco inmaduras. Por eso es realmente importante hacerse la prueba del GBS en las últimas semanas del embarazo para saber si lo estás portando.
Recuerda, la detección oportuna es clave para evitar complicaciones o preocupaciones y asegurar que tu bebé crezca feliz y saludable. ¡No olvides realizar la prueba del GBS unas semanas antes de dar a luz!