Vacaciones… esa palabra mágica que esperamos todo el año para poder pronunciar, y obviamente planificar. Las vacaciones, ese momento tan soñado, ideal para no hacer nada… hasta ahora. Porque si todavía tienes fresco en tu memoria el recuerdo de la última vez que te tomaste unos días con tu pareja SOLOS, es momento que caigas en la cuenta, que lo que se viene ahora es tan alejado de tirarse al sol cual lagarto, o de devorarte el libro que esperaste todo el año para leer.
Es momento de agarrar la pala, el balde, el rastrillo, cavar y cavar, y con suerte hacer un intento de castillo que sea la envidia de la madre de al lado. Cambiar pañales llenos de arena, estar pendiente de ver pasar al heladero, mojar los pies en el mar por enésima vez para logar sacar ESA foto de “su primera vez en el mar”, lidiar con el factor solar protección 200, que otros niños que andan por ahí cerca no se lleven “equivocados” los juguetes, y una larga lista de etcéteras. Que cuando te dispones a sentarte, el día de playa terminó, es momento de volver a “descansar” y juntar fuerzas para el segundo día de playa que se avecina. Claro, debes estar pensando que no hay cuerpo que aguante de esta manera. ¿Las vacaciones no eran para dormir hasta cualquier hora? ¿Para comer a destiempo? ¿Para salir sin cartera? ¿Para mirar al horizonte durante horas? En esta etapa de la vida, las vacaciones reloaded, o recargadas es lo que nos toca. Y si te mueres de ganas de ir a decirle a la embarazada que ves cerca tuyo que en vez de jugar al vóley playero, o de dar largas caminatas a orillas del mar, que aproveche su letargo para hacer todo lo que tú no puedes hacer, no te preocupes, el año que viene seguro te ayuda a armar el castillo…
¡Vamos ánimo! Que a pesar de que las vacaciones nunca serán como eran antes, sí les aseguro que serán MUCHO mejor en el momento que veas la sonrisa de tus hijos y lo encantados que estén por compartir todo su tiempo contigo. Por eso a preparar las maletas, que seguramente estarán más vacías de lentejuelas y tacones altos, pero mucho más llenas de amor…
¡¡¡Felices Vacaciones!!!
Más sobre Leila
Mamá de un niño que es mi mejor obra. Sé que soy su nexo con el mundo, por eso trabajo para mostrarle lo más lindo que tiene esta vida: el amor, la familia, los amigos. Busco todos los días ser una buena madre para mi hijo – aunque a veces cueste el camino. Hace años trabajo en el área de comunicación, soy fanática de las redes sociales: Facebook, Twitter, e Instagram. Adicta a la lectura y escritura en mis tiempos libres, mamá de tiempo completo y hoy feliz de ser una madre Kinedu.