Puntos clave:
1. La educación temprana puede fomentar la equidad en los niños, llevándolos a tratar a los demás de manera justa.
2. El estudio del Proyecto Abecedarian implicó proporcionar una educación temprana de alta calidad en un entorno de cuidado infantil desde la infancia hasta los cinco años.
3. Los participantes del estudio, ahora adultos, demostraron de manera constante una preferencia por resultados justos y equitativos en juegos de toma de decisiones sociales.
4. Las interacciones de calidad en la primera infancia tienen un impacto duradero en el sentido de equidad de un niño y en su trato hacia los demás.
Una investigación reveló que, incluso después de 40 años, los niños de familias de bajos recursos que participaron en el estudio de Proyecto Abecedario se convirtieron en adultos que tratan a los demás de manera justa, incluso cuando ser justo implica un alto costo personal.
Los 78 niños, ahora adultos, que participaron en el estudio de la década de los 70 fueron monitoreados en el ensayo controlado aleatorio más largo de la historia. Se registraron los efectos que había tenido una educación temprana en las familias de bajos recursos. El Proyecto Abecedario fue un estudio de control aleatorio que investigó el beneficio potencial que tenía la educación temprana en niños de bajos recursos. Cuatro grupos de niños, nacidos entre 1972 y 1977, fueron asignados aleatoriamente a un grupo de intervención o un grupo de control. El grupo de intervención recibió una educación de alta calidad y de tiempo completo en la guardería a la que los niños asistieron desde bebés hasta cumplir cinco años. Las actividades educativas se diseñaron como juegos que se incorporaban a la rutina diaria de los pequeños y trabajaban las áreas de desarrollo sociales, emocionales y cognitivas, con un énfasis en el lenguaje. Se realizaron estudios de seguimiento cuando los sujetos cumplieron 12, 15, 21, 30 y, ahora, 40 años de haber participado en el proyecto, de modo que se demostraron los beneficios asociados a un programa de educación temprana.
Como adultos, los participantes participaron en juegos diseñados para medir qué tanto se adherían a las normas sociales y cómo llevaban a cabo su proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, en un juego, se le pedía a un participante que compartiera 20 dólares con otra persona. Esta podía rechazar o aceptar la cantidad propuesta, pero si la rechazaba ambos participantes perderían el dinero. Por eso, al enfrentarse a esta situación, los participantes debían decidir entre satisfacer su propio interés o seguir las normas sociales de igualdad. Los jugadores que habían sido parte del Proyecto Abecedario rechazaron rotundamente la división desigual del dinero entre participantes. “Las personas que recibieron el entrenamiento educativo del Proyecto Abecedario tendían a aceptar ofertas justas y rechazar aquellas que fueran ventajosas o desventajosas. De hecho, castigaban las transgresiones de aquello que juzgaban se salía de la norma social de igualdad”, dijo Sébastien Hétu, uno de los autores originales del estudio.
Es extraordinario ver el impacto que tienen las interacciones de alta calidad durante la infancia temprana, y es algo que se ha venido probando una y otra vez. Esto es especialmente cierto en niños de familias de bajos recursos puesto que suelen estar expuestos a situaciones más estresantes y tienen experiencias menos ricas o estimulantes que otros niños. Este estudio nos demuestra que, incluso 40 años después, una intervención como esta determina la toma de decisiones de las personas y su modo de tratar a los demás.