Puntos clave:
- Los músculos de los niños tienen una fibra única que los hace menos propensos a la fatiga durante la carrera.
- Fomentar ejercicios breves y de alta intensidad, como correr, puede mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación en los niños.
- La actividad física regular en los niños predice una mejor salud y reduce los riesgos de enfermedades a medida que crecen.
- La actividad física, como correr, puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico de los niños.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es que tu hija puede correr todo el día sin cansarse? Desde que alcanzó este hito del desarrollo, no para. Sus músculos son más pequeños que los tuyos, da más pasos por segundo y aparte estos son más torpes, lo cual también consume energía. A pesar de eso, parece que su energía es inagotable y terminas exhausta corriendo detrás de ella.
Resulta que sí tenemos una respuesta para eso. Varios estudios han demostrado que los músculos de los niños tienden a fatigarse menos que los de los adultos. Esto se debe a que tienen unas fibras musculares especiales que les ayudan a sacar la mayor parte de su energía por vías aeróbicas, en lugar de usar la energía muscular, tal y como lo hacemos nosotros. Como tu niña no necesita realmente de sus músculos, puede recuperarse rápidamente.
¿Qué significa esto?
De acuerdo con estas conclusiones, correr a una corta edad, cuando los músculos están en la etapa del uso de energía aeróbica, puede tener grandes beneficios para tu pequeña. ¿Cómo? Ayúdale a beneficiarse de periodos cortos de ejercicio de alta intensidad que se enfoquen en las habilidades de movimiento y en fortalecer los músculos, por ejemplo, correr. Esto mejorará su fuerza, así como su equilibrio y coordinación, aprovechando esta etapa de gran resistencia al cansancio.
Cuando tu hija haga este tipo de ejercicio, se recuperará rápidamente, y el impacto que tenga sobre ella será mucho más notorio que lo que experimentaría un adulto. Además, al fomentar este tipo de actividades estás animándola a crear un buen hábito. Salir, correr, estar físicamente activa contribuyen a tener una mejor salud y disminuye los riesgos de contraer enfermedades.
Conforme tu hija crezca, su habilidad para utilizar energía aeróbica disminuirá, así que será importante que tenga músculos fuertes para apoyar la transición, así como el hábito de realizar actividades físicas. Esto le ayudará a desarrollar su masa muscular y, conforme crezca, podrá seguir utilizando ambas fuentes de energía, lo cual promueve una buena salud, una mejor coordinación y una vida más feliz.
Otro estudio realizado en Suecia comparó la actividad física con las calificaciones escolares. La investigación sugiere que pasar el doble de tiempo en clases de educación física tiene un impacto positivo en los logros académicos de los niños. Esto puede deberse al estado emocional que promueve el ejercicio o a que los niños se vuelven personas más saludables.
En todo caso, ¡ahora es un buen momento para aprovechar las ventajas del desarrollo de tu pequeña y hacer que se mueva! Acompáñala e involúcrate en sus actividades. Jugar a atrapar la pelota, ir al parque o simplemente salir a caminar tendrán un impacto a largo plazo y predecirán futuras habilidades. ¡No se pierdan de esta gran oportunidad!