Puntos Clave:
- Desarrollo Motor: Gatear, ponerse de pie y dar los primeros pasos son las nuevas habilidades que los mantienen despiertos.
- Ansiedad por Separación: La conciencia de la permanencia de objetos puede causar ansiedad por separación y dificultar que el bebé se tranquilice solo.
- Transición de 3 a 2 siestas: La falta de sueño diurno o el exceso de sueño diurno afecta la capacidad del bebé para conciliar el sueño por la noche.
Entre los 8 y 10 meses, tu bebé puede experimentar la tercera regresión del sueño. A diferencia de las dos primeras, que ocurren a los 4 y 6 meses, más o menos, esta puede ocurrir en un rango de edad más amplio debido a una variedad de factores que pueden afectar a diferentes bebés en diferentes momentos.
Desarrollo Motor
En el rango de edad de 8 a 10 meses, los bebés adquieren la capacidad de gatear, ponerse de pie y, para algunos bebés, incluso intentar dar los primeros pasos. Estas habilidades pueden ser emocionantes (y alentadoras) para un bebé, y sus cerebros quieren seguir practicándolas incluso durante el sueño, lo que lleva a frecuentes despertares nocturnos o dificultades para calmarse. Un bebé que solía ser colocado en su cuna sin problemas ahora puede resistirse a la hora de dormir levantándose en la cuna. ¡Puede que descubras que están usando todo su cuerpo y nuevas habilidades para resistirse a dormir, lo que lo convierte en un nuevo desafío para ti!
Esta nueva movilidad también les permite explorar por su cuenta, gateando y moviéndose dondequiera que su curiosidad los lleve. Esto, a su vez, los hace más emocionados y, a veces, sobreestimulados. Un bebé que se despierta en medio de la noche puede no quedarse dormido fácilmente porque puede estar despierto, de pie en su cuna, mirando algo en su habitación que haya llamado su atención.
Ansiedad por Separación
Su desarrollo cognitivo en esta etapa también juega un papel crucial en esta regresión del sueño. Son más conscientes de su entorno, están aprendiendo a entender el lenguaje y descubriendo su propia voz, están reconociendo rutinas y respondiendo a señales sociales. Este estallido cognitivo mantiene sus mentes muy ocupadas y activas, afectando su sueño.
También están aprendiendo sobre la permanencia de objetos y ahora han descubierto que cuando sus padres se van, todavía existen pero están lejos. Esta conciencia puede causar ansiedad por separación y dificulta que un bebé se tranquilice y se duerma sin la tranquilidad de que sus padres estén cerca para protegerlo.
Transición de 3 a 2 Siestas
Algunos bebés pueden pasar de 3 a 2 siestas alrededor de los 8 meses, o incluso más tarde. Si un bebé no pasó por esta transición antes, este cambio en los patrones de sueño y las rutinas afectará sin duda su calidad de sueño general. La falta de sueño diurno o el exceso de sueño diurno afectará sin duda la capacidad del bebé para conciliar el sueño y su sueño nocturno.
Ahora que conoces todos los factores que entran en juego durante la regresión del sueño de los 8-10 meses, puedes navegar estos tiempos desafiantes con más paciencia y cuidado. ¡Recuerda, es solo temporal! Con rutinas de sueño consistentes, técnicas de confort y mucha paciencia, ayudarás a tu pequeño a superar este camino lleno de baches hasta que su sueño se estabilice nuevamente.