Puntos clave:
- No se necesita una dieta «perfecta». Evita las dietas bajas en calorías, ya que la lactancia requiere energía adicional para la producción de leche. Enfócate en encontrar un equilibrio nutricional que respalde tus necesidades y las de tu bebé.
- No hay alimentos específicos que deban evitarse durante la lactancia. Sin embargo, ciertos alimentos pueden causar molestias al bebé, como gases o cólicos. Presta atención a cómo reacciona tu bebé a lo que comes y consulta a tu médico si observas molestias persistentes.
- Se recomienda evitar por completo el consumo de alcohol, pero tomar una o dos bebidas está bien, siempre y cuando esperes el tiempo necesario para que el alcohol salga de tu cuerpo. El consumo de pescado es generalmente seguro, excepto los pescados que pueden tener un alto contenido de mercurio (como tiburón, pez espada), que deben evitarse. La ingesta de cafeína es aceptable en moderación, hasta dos o tres porciones al día.
Al lactar, es importante tratar de cuidar nuestra alimentación y consumir una gran variedad de alimentos nutritivos. En ese caso, ¿será necesario llevar una dieta especial?
De acuerdo a expertos en nutrición, llevar una alimentación perfecta no es necesario; basta con encontrar un balance alimenticio para así lograr que tú y tu bebé reciban los nutrientes necesarios. De la misma forma, procura no tener una dieta baja en calorías pues necesitas mucha energía para producir leche. De hecho, ¡uno de los beneficios de la lactancia es que te puede ayudar a bajar el peso que ganaste durante el embarazo! Además, llevar una buena alimentación te ayudará a producir más leche y sentirte bien al amamantar.
Sabiendo lo anterior, te preguntarás si hay alguna restricción sobre ciertos alimentos. En realidad, no existe ningún alimento prohibido. Sin embargo, cada bebé es diferente. Lo que afecta a uno puede no hacerle daño a otro. En general, se sabe que los alimentos que pueden producir mayor molestia son aquellos que mientras son digeridos causan gases, tales como el brócoli, la col y la lechuga, entre otros; al igual que alimentos que le dan sabor a la leche, como es el caso del ajo, la cebolla y ciertas especies o picantes. Sin embargo, no tienes que dejar de consumirlos. Solo procura estar al pendiente de lo que comes y, en caso de que notes la presencia de un patrón continuo de cólicos, gas o cierta incomodidad en tu bebé, consulta a tu pediatra. Lo más probable es que te indique dejar ciertos alimentos con el fin de ver si se presenta algún cambio. Tú misma te podrás dar cuenta si tu bebé reacciona de cierta manera después de comer estos alimentos.
Por otra parte, tal vez hayas escuchado que no puedes comer pescado durante el periodo de lactancia. No te preocupes. Muchas veces los beneficios que tiene el pescado en la salud son mayores que los riesgos; solo intenta no consumirlos todos los días. La única excepción que hay que tomar en cuenta son los pescados con altos niveles de mercurio, tales como el tiburón, el pez espada, el blanquillo y la caballa rey. Si los consumes muy seguido, deberás eliminarlos de tu dieta durante, e incluso, después de la lactancia. Sin embargo, cualquier otro pescado que no contenga una cantidad alta de mercurio puede seguir formando parte de tu dieta.
Después de nueve meses sin consumir alcohol, probablemente quieras saber si puedes beber durante la lactancia. La opción más segura es evitar el consumo de alcohol por completo, pero tomar una o dos bebidas está bien, siempre y cuando esperes el tiempo necesario para amamantar. Ten en cuenta que mientras más bebas, más tiempo tardará el alcohol en salir de tu cuerpo, así que trata de tomar decisiones saludables. El alcohol puede encontrarse en la leche materna aproximadamente de 30 a 60 minutos después de una bebida. Considera que si tomas una bebida, tardará de 2 a 3 horas en salir de tu sistema. El alcohol de una bebida puede detectarse en la leche materna durante unas 2-3 horas, el de dos bebidas puede detectarse durante aproximadamente 4-5 horas, el de tres bebidas puede detectarse durante unas 6-8 horas, y así sucesivamente. Si planeas beber, puede ser útil tener leche almacenada en caso de que necesites esperar un largo período de tiempo.
¿Puedo tomar cafeína? ¡Claro! Siempre y cuando la tomes en dosis moderadas. Puedes disfrutar de tu café del día, té o un refresco de vez en cuando. Mientras limites tu consumo de cafeína diaria a no más de dos o tres tazas, ¡tú y tu bebé estarán bien!
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