Puntos clave:
1. Los niños en edad preescolar, desde los 3 años, pueden distinguir entre apariencias y realidad.
2. Pueden describir aspectos reales y fantásticos con precisión.
3. La comprensión de la realidad vs. la apariencia está influenciada por la claridad de las preguntas, no por la capacidad cognitiva.
4. Los niños pequeños poseen una capacidad natural y flexible para diferenciar entre apariencias y la verdadera realidad.
Los adultos sabemos que nuestro entendimiento del mundo depende de nuestra habilidad para diferenciar entre las apariencias y la realidad. Sabemos por experiencia que no todo es lo que parece. Esto no es tan evidente para los niños más pequeños quienes suelen confundir la realidad con las apariencias. ¿Tu hijo de tres años puede diferenciarlas? Veamos lo que dice la ciencia del desarrollo al respecto.
En 2006, el psicólogo Gedeon Déak de la Universidad de California en San Diego investigó hasta qué punto los niños de preescolar entendían la diferencia entre las apariencias y la realidad, así como entre la realidad y la fantasía. Descubrió que, desde los 3 años, los pequeños eran capaces de discriminar lo que era real y lo que solo lo aparentaba. Lo interesante fue que los niños podían describir fácil y precisamente los aspectos reales, fantásticos o falsos de un objeto o situación, pero que sus fallos no dependían de su capacidad cognitiva, sino de qué tan comprensibles o claras eran las preguntas que se les hacían. Esto lo llevó a la conclusión de que, si bien a los niños de 3 y 4 años les cuesta trabajo representar la realidad en sus mentes, esto se debe a que describen apariencias de forma flexible y natural en una realidad independiente y diferente a la nuestra. ¡Tu pequeño es capaz de cosas mucho más complicadas de las que creías! Impresionante, ¿no?
Si quieres leer más sobre la capacidad de los niños de preescolar para diferenciar entre la realidad y la fantasía, aquí está el artículo completo al que no referíamos: http://cogdevlab.ucsd.edu/files/2013/05/DeakTCS2006.pdf