Puntos clave:
- La maternidad conlleva cambios neurológicos significativos, mejorando el vínculo emocional y la percepción sensorial, especialmente en el olfato y el sonido.
- El cerebro se adapta a la maternidad, fortaleciendo las habilidades de toma de decisiones y reduciendo la actividad relacionada con el estrés, creando un paisaje neural único y lleno de amor.
Sarah Walker dijo una vez que ser madre es como descubrir la existencia de una nueva habitación en la casa en la que siempre has vivido. Esta descripción parece precisa; después de todo, la maternidad revela vías neuronales en tu cerebro que aún no habías descubierto.
¿Qué cambios cerebrales ocurren durante la maternidad?
La maternidad moldea el cerebro de una mujer de formas inesperadas y cambia su forma de pensar y ver el mundo que la rodea.
Estos cambios ocurren en el cerebro, especialmente en áreas relacionadas con la regulación emocional, empatía e interacción social. Se trata en gran parte de cambios neurológicos que las madres experimentan durante el embarazo y tras dar a luz, y se acompañan de una avalancha de hormonas que ayuda a fortalecer el vínculo entre la madre y su bebé, creando una poderosa atracción. El amor a primera vista, el sentido de protección y la preocupación constante comienzan con reacciones bioquímicas en el cerebro.
Cuando un bebé nace, su olor es una fuerte señal social para la madre. Ese olor une a la madre y a su bebé, y las mamás se vuelven instantáneamente en expertas en identificar a sus bebés a través de su olor distintivo. Este aumento del sentido del olfato es causado por la liberación de hormonas al final del embarazo, lo cual provoca cambios en el bulbo olfatorio del cerebro (el principal centro de procesamiento de olores del cerebro). La amígdala procesa las reacciones a los olores y hace que este olor sea muy atractivo para la madre, fortaleciendo aún más el vínculo entre ella y su bebé recién nacido. Cuanto más se relacionan, más atraída se vuelve la madre hacia este olor y la relación con su bebé se vuelve más fuerte.
¿Cómo manejan las mujeres todos estos nuevos desafíos? Las mamás deben ir un paso adelante, estar atentas, tomar decisiones rápidas y anteponer las necesidades de sus hijos a las suyas. Estas tareas las realiza la corteza prefrontal del cerebro; cualquier madre puede afrontar estos desafíos si esta parte de su cerebro está preparada para ello. La ventaja del cerebro humano es que es capaz de adaptarse a estos nuevos desafíos. Las conexiones de toma de decisiones se fortalecen a través de su uso constante y las mamás se vuelven más eficientes en prestar atención a las cosas que importan y dejar de lado lo que es seguro ignorar.
Beneficios de la maternidad
El beneficio más notorio de la maternidad es que los bebés hacen que las madres se sientan eufóricas. La dopamina, la sustancia química responsable de las sensaciones de placer, se libera cada vez que una madre huele a su bebé o lo mira a los ojos. ¡Esta poderosa respuesta de placer supera cualquier otra experiencia! El principal centro de placer en el cerebro de la madre se ilumina, lo que influye en la forma en que le habla a su bebé y en lo atenta y afectuosa que es con su hijo.
Los niveles de oxitocina materna (responsable del vínculo materno-infantil) también aumentan durante el embarazo y después del nacimiento del bebé. Este aumento también ocurre cuando una madre está amamantando, lo que explica por qué las mamás que dan pecho parecen ser más sensibles al sonido del llanto de su bebé.
La maternidad a veces puede ser estresante y las mamás afirman experimentar cambios drásticos de humor después del embarazo debido a la abstinencia hormonal del cerebro. Sin embargo, las madres notarán que más adelante, la maternidad realmente las tranquiliza, especialmente cuando se combina con la lactancia. Curiosamente, esta reduce la actividad cerebral relacionada con el estrés. Esto es evolutivamente ventajoso porque un bebé no se beneficiaría de la combinación de la leche materna y las hormonas del estrés de la madre. ¡Esta reducción de la actividad cerebral relacionada con el estrés ayuda a las mamás a priorizar las tareas diarias y les da más energía y motivación!
Entonces, ¿cómo se ve este nuevo cerebro? Según investigaciones, “los científicos están comenzando a darse cuenta de que convertirse en padres, al menos a nivel cerebral, es una experiencia parecida a enamorarse. Durante los primeros meses de enamoramiento se producen algunos cambios similares entre parejas sentimentales”.
La descripción de Sarah Walker parece precisa; la maternidad es, de hecho, un espacio desconocido en un entorno conocido. No es hasta que vives esta experiencia que te das cuenta de que tu cerebro ha creado caminos o “nuevas habitaciones” en tu cerebro que se adaptan a los roles que debes desempeñar como madre.