Parecería que al ser madres, todas las mujeres del mundo deberían unirse bajo un manto invisible que les transfiere la posibilidad de tener que pensar bajo un mismo criterio, y aunque todas tengamos el título de madre «bajo el brazo», sabemos que las opiniones son infinitas, tanto como las personas. Si hablamos de las diferentes madres de cada país, entraríamos en las diferencias culturales obvias que nos atraviesan. No es lo mismo una madre de Japón, que una madre de México, o una de Argentina. Hay países donde por ejemplo se acostumbra a dormir más temprano, otras que son mas flexibles con la tecnología, etc. Pero lo que más intento destacar, es que más allá de dónde hayamos nacido, o de nuestra historia personal, hay que aceptar que entre las madres siempre vamos a encontrar diversas opiniones.
Basta ver una reunión de amigas, o en la puerta del colegio, o en los areneros y hasta en las redes sociales, donde las posturas de la madres se vislumbran con claridad. Al momento del embarazo, la pregunta es: ¿cesárea o parto? Están las que elijen cesárea o las que luchan desde las primeras semanas del embarazo por un parto natural, pero en definitiva, ¿que más personal que el parto para elegir cada una la manera de experimentarlo?
Otro gran tema, y que también provoca alguno que otro debate es si aplicamos lactancia o biberón. Hay tantas historias detrás de cada madre y detrás de cada decisión al respecto que podríamos estar horas charlando y hasta son decisiones que varían de hijo en hijo. Quizás una con el primero fue de una manera, con el segundo de otra…
Luego aparece el tema del colecho. Cada madre tendrá una idea respecto a esto, y hasta puede cambiar por etapa. Lo que funciona ahora deja de funcionar en unos meses, y es que al tener un hijo uno se da cuenta que un día, una semana, un mes, puede ser una eternidad en cuanto a cambios se trata.
Otro tema que puede provocar diferencias y que no es menor es la decisión de trabajar o no trabajar. Que si trabajas demasiado, que si no trabajas, otra vez volvemos al debate que muchas veces no se da entre madres, sino a un debate interno que nos provocamos nosotras mismas con las dudas típicas de todos los días, y que es tan normal tenerla, porque más allá de todo somos seres humanos, que sentimos, pensamos, vivimos.
Será que más allá de ser madres, somos mujeres, que luchan, que sueñan, que crean sus espacios, que inventan un día de 28 horas con tal de dedicarle una hora más de juego a nuestro hijo. Por lo que relajémonos, unámonos en nuestras diferencias y que si hay debate, que sea constructivo. Si en realidad lo que nos define a todas es el amor, nos atraviesa el mismo sentimiento, por lo que ¿no debería ser suficiente el hecho de que cada una, desde el amor mismo, hace lo que cree que es mejor para su hijo? Claro que madre hay una sola, pero opiniones y maneras de actuar o decir hay miles, por lo que sigamos para adelante, siempre, ¡siempre dando lo mejor!