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¿Cómo potenciar el pensamiento conceptual de mi hijo?

niño pequeño jugando con su mamá

Puntos clave:

  1. 36-48 meses: Desarrollo de habilidades de razonamiento conceptual.
  2. Conceptos incluyen tamaño, distancia, velocidad, altura, peso y orden.
  3. Usa experiencias diarias para introducir conceptos matemáticos implícitos.
  4. Participa en actividades y juegos para apoyar la comprensión.

La Academia Americana de Pediatría establece que, entre los 36 y 48 meses de edad, los niños comienzan a desarrollar sus habilidades de razonamiento conceptual. Estas son cruciales para aprender a categorizar la información que reciben del mundo y organizarla según las características de cada objeto.

Una parte esencial del razonamiento conceptual es la capacidad de entender las ideas matemáticas implícitas que existen detrás de las diferencias, similitudes y relaciones entre más y menos. A esta edad, un niño se esfuerza mucho por comprender los conceptos de tamaño (grande vs. pequeño), distancia (cerca vs. lejos), velocidad (rápido vs. lento), altura (alto vs. bajo), peso (pesado vs. ligero) y orden (primero vs. último). Además de señalar esas características para que tu hijo comience a entenderlas, es importante que lo apoyes para que comprenda los conceptos numéricos que organizan dichas ideas.

Estos son algunos consejos e ideas de cómo incluir los conceptos matemáticos implícitos en tu rutina diaria o cuando describes algo que ves:

  • Señala los números en los objetos cotidianos como el celular, el reloj, las direcciones o los anuncios de la calle.
  • Cuenten sus pasos, los árboles o las casas que vean.
  • Haz una tabla para marcar la estatura de tu pequeño, descríbele lo que haces y cómo el número de su estatura cambia cada vez que crece.
  • Cuando cocines, supervisa a tu hijo y deja que te ayude a verter o a mezclar los ingredientes mientras le describes cómo mides o en qué orden agregas las cosas.
  • Hablen de las actividades que pasan en momentos específicos del día como «Cuando afuera está oscuro, cenamos y luego nos vamos a dormir». De este modo, ayudarás a tu hijo a trabajar el concepto de tiempo y de progresión.
  • Jueguen juegos que se basen en conceptos como las formas, los colores o los tamaños. Por ejemplo «Veo, veo».
  • Dale alimentos de diferentes formas y hazle notar que la galleta cuadrada es diferente a la forma de las rodajas de plátano o de las tiras de queso.

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