El dolor por crecimiento en niños es muy común en la infancia. Aunque la afección es benigna, es muy importante revisarla para estar seguros del diagnóstico.
De repente, tu hijo comienza a quejarse de dolor en las piernas. Si no se lastimó durante el día, ¿qué podría ser? Lo que termina preocupando a muchos padres, de hecho, puede ser el dolor por crecimiento en niños. ¿Has oído hablar de él?
Esta condición es benigna, es decir, no presenta ningún riesgo para la salud. Sin embargo, es necesario estar atento para no confundirlo con otro tipo de dolor que pueda suponer un problema. Pensando en ello, decidimos explicarte todo lo que necesitas saber sobre el dolor por crecimiento. ¡Continúa leyendo y compruébalo!
¿Qué es el dolor por crecimiento en niños?
Son dolores que los niños sienten en las extremidades, especialmente en las piernas. No hay necesidad de preocuparse, ya que no es una enfermedad o un trastorno. De hecho, ¿sabías que el dolor por crecimiento no tiene nada que ver con la fase de crecimiento físico?
¡Así es! El nombre se le dio en el siglo XIX, pero todavía se usa hoy para diferenciarlo de otros dolores que afectan a los niños. Puede aparecer entre los 3 y los 12 años, tanto en niñas como en niños. Sin embargo, las causas aún no están científicamente comprobadas.
¿Cómo sé si el dolor de mi hijo es por crecimiento?
El dolor por crecimiento ya es un viejo conocido de los padres. Por lo tanto, cuando el niño se queja de dolor detrás de las rodillas o en las espinillas, es habitual que la gente piense en esta “afección”.
Sin embargo, sólo un médico puede realizar un diagnóstico para estar seguros de que el dolor del niño es realmente dolor por crecimiento. En este caso, el profesional realiza un proceso de exclusión, en el que descarta otras causas de dolor no benigno mediante exámenes físicos, de laboratorio y de imagen.
¿Cuáles son los principales síntomas del dolor por crecimiento en niños?
Los síntomas del dolor por crecimiento son bastante típicos. Generalmente afectan a las piernas y, en la mayoría de los casos, de forma bilateral. Las principales quejas de los más pequeños son dolor en la parte anterior de los muslos, las espinillas y las pantorrillas, además de la parte posterior de las rodillas. Aunque es algo raro, también puede ocurrir que el dolor aparezca en los brazos.
¿Estos dolores aparecen en algún momento específico?
Una de las características del dolor por crecimiento es que suele aparecer de noche o al amanecer. Sin embargo, a la mañana siguiente o a las pocas horas, el dolor disminuye y no se presentan limitaciones físicas.
También hay casos en los que los padres dicen que el dolor es más frecuente cuando los niños aumentan su actividad física, pero no es una relación constante.
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¿Cómo se hace el diagnóstico?
Como explicamos, el diagnóstico se realiza excluyendo enfermedades que también pueden causar un dolor similar. Por ello, el médico evalúa físicamente al niño, analizando puntos muy importantes, como:
- Si el niño camina normalmente
- Si la columna y las extremidades están libres de deformidades
- Si no hay restricción de movimiento
- Si no hay debilidad muscular
- Si no hay cambios en los reflejos
El médico también revisa si las articulaciones están inflamadas, si el niño siente dolor al mover las extremidades o si se las palpan. Si aparece alguna de estas afecciones, es necesario realizar pruebas más específicas, como pruebas de laboratorio y de imagen, para confirmar o descartar otros diagnósticos.
¿Cómo se trata el dolor por crecimiento en niños?
Los dolores de crecimiento no son preocupantes, en el sentido de que no son problemas de salud. Sin embargo, resultan muy incómodos para los más pequeños, lo que hace que los padres se preocupen. La buena noticia es que es posible aliviar el malestar.
Los masajes y los baños calientes son excelentes alternativas y alivian el dolor en la mayoría de los casos. Para los días en que el dolor es más intenso se pueden administrar analgésicos y antiinflamatorios. Sin embargo, no se recomienda la automedicación y se requiere consejo médico.
Para evitar el dolor por crecimiento, es buena idea variar las actividades físicas que practica tu hijo. De esa forma, no siempre realizará ejercicios que fuercen los mismos grupos de músculos. Por lo tanto, los músculos estarán menos estresados y es menos probable que tu pequeño experimente dolor.
¿Cuándo puede ser un problema grave?
Existen varios problemas de salud que pueden causar dolor en las extremidades, como infecciones, inflamaciones y neoplasias. Por lo tanto, es muy importante que el pediatra investigue las causas del dolor de tu hijo, especialmente cuando hay cambios en la evaluación física y en los exámenes de laboratorio y de imagen.
Algunos síntomas no se relacionan con el dolor por crecimiento. Por esta razón, debes estar muy atento a los signos que tu hijo muestra durante y fuera de estos episodios, como:
- Inflamación o sensibilidad en las articulaciones
- Fiebre
- Cojeo
- Enrojecimiento o picazón en la piel
- Debilidad
Como hemos mostrado, el dolor por crecimiento en niños es común en la infancia, pero no se puede descuidar. Para estar al tanto del desarrollo infantil, tanto físico como mental, puedes contar con Kinedu.
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