1. Si tu niño pequeño está escapando de la cuna, es hora de hacer la transición a una cama para prevenir caídas.
2. Mantén rutinas de hora de dormir consistentes enfatizando quedarse en la cama.
3. Espera resistencia al principio; mantente firme, elogia el buen comportamiento y ignora las protestas.
4. Asegura la seguridad en la habitación, bloquea el acceso a las escaleras, evita las literas y utiliza luces nocturnas o ropa de cama personalizada.
Si tu pequeño ya logra escapar de la cuna incluso cuando el colchón está en la posición más baja posible, es un buen momento para pensar en hacer la transición de la cuna a la cama.
Caerse y lastimarse es un riesgo para los niños pequeños que aprenden formas que les permiten salirse de su cuna. La buena noticia es que la mayoría de los pequeños estarán encantados de comenzar a dormir en una cama para «niños grandes». Quizás tu pequeño incluso acepte que debe quedarse en la cama toda la noche. Sin embargo, esta transición implica un gran cambio, por lo que reforzar las reglas y rutinas a la hora de dormir es un paso crucial para evitar visitas nocturnas.
Reforzar la rutina de la hora de dormir
- En primer lugar, asegúrate de que tu hijo no esté enfermo, no necesite ir al baño (si ya aprendió a hacerlo) y de que no esté atravesando por un cambio importante, como la llegada de un nuevo bebé.
- Si aún no tienes una cama, no te preocupes. Por el momento, puedes colocar temporalmente el colchón de la cuna en el suelo.
- Celebren este nuevo hito juntos y elogia a tu pequeño por crecer. Si enfatizas este nuevo cambio, la transición de la cuna a una cama le resultará más atractiva.
- Realiza la misma rutina para antes de dormir, pero no olvides agregar este último paso: dile a tu hijo que debe quedarse en la cama hasta que vayas a buscarlo por la mañana.
- Una vez que tu pequeño esté acostado en su cama y hayan completado la rutina, felicítalo por seguir las instrucciones, dale un gran beso, un abrazo y sal en silencio de la habitación.
- No olvides decirle a tu pequeño que lo cuidarás por la noche. Esto le dará una sensación de tranquilidad y seguridad.
- Finalmente, si tu niño se despierta y se levanta de la cama, asegúrate de llevarlo de regreso a la cama rápidamente y de la manera más aburrida posible. La primera noche puede implicar muchas visitas no solicitadas, pero si te mantienes firme y constante al llevar a tu hijo de regreso a su habitación, aprenderá a quedarse en la cama por la noche.
Prevenir problemas a la hora de dormir
No vamos a mentir, al principio, probablemente necesitarás repetir la frase «no puedes levantarte de la cama hasta la mañana» hasta que te sientas como un disco rayado. Trata de mantener la calma. Esto es perfectamente normal, tu hijo simplemente está disfrutando de su nueva libertad.
Si deseas que tu hijo permanezca en la cama toda la noche, intenta ignorar sus protestas, mantente firme y fortalece la rutina a la hora de dormir con elogios positivos cuando tu pequeño duerma en su cama toda la noche. Recuérdale que las reglas incluyen que todos los miembros de la familia duerman en su propia cama hasta la mañana (excepto si tiene que ir al baño). Finalmente, si no quieres que esto se convierta en un hábito, evita que tu hijo duerma en tu cama o que se quede con la familia después pasada la hora a la que debe ir a dormir.
Consejos para una transición exitosa de la cuna a la cama
Según la AAP (Academia Americana de Pediatría), existen varias recomendaciones que puedes seguir para garantizar una transición efectiva:
- Coloca una lámpara nocturna en la habitación de tu pequeño.
- Invita a tu hijo a que se lleve uno de sus peluches a la cama si aún no lo hace.
- Invítalo a elegir sus sábanas, edredón e incluso su cama de niño grande.
- Utiliza una tabla de logros en la que coloques una calcomanía cada vez que tu pequeño se quede toda la noche en la cama.
- Si puedes, consigue un reloj que cambie de color para indicarle a tu hijo cuándo puede levantarse.
Manteniendo a mi hijo seguro
Ahora que tu habitación es más fácil de acceder, verifica que no haya juguetes en el piso o que estén colocados donde representen un peligro. Si vives en una casa de dos pisos, asegúrate de que el acceso a las escaleras esté bloqueado. Por último, trata de no comprar literas ya que varios estudios informan que los niños que las tienen son más propensos a sufrir accidentes y lesiones en la cabeza.
Con suerte, esta información les ayudará a tener una transición sin problemas de la cuna a la cama. Recuerda que el proceso puede ser un poco largo y difícil, ¡pero tú puedes! Haz caso a tus instintos y haz lo que sea mejor para ti, tu pequeño y tu familia; solo tu sabes lo que es mejor para todos.
¡Dulces sueños!