Puntos clave:
- Cantarle a su bebé tiene beneficios emocionales y de desarrollo, incluido el fortalecimiento del vínculo parental y enseñarle a su hijo a escuchar y responder.
- Los bebés pueden reconocer las canciones que les suenan regularmente en el útero y continuar desarrollando sus habilidades musicales mediante la exposición constante al canto.
- Cantar ayuda en los momentos de transición y puede ayudar a su bebé a adquirir vocabulario nuevo.
- Independientemente de sus habilidades para el canto, cantarle a su bebé puede tener un impacto positivo en su desarrollo y puede estimular otras áreas de crecimiento a medida que envejece.
Su bebé tal vez no se sepa todavía la letra de “Estrellita, ¿dónde estás?”, pero seguro disfruta mucho que le canten. Independientemente de su talento musical como padres, cantarle a su bebé tiene un sorprendente número de beneficios de desarrollo y emocionales. Las canciones pueden ayudarle a su pequeña a distraerse de sus cólicos o fortalecer el lazo afectivo que tiene con ustedes. Por lo tanto, incorporar música a sus rutinas diarias tendrá un impacto positivo en sus vidas y la de su pequeña.
Nunca es demasiado pronto para comenzar a cantarle a su bebé. Durante el tercer trimestre, los bebés comienzan a desarrollar sus cinco sentidos y el procesamiento del sonido y la música. De hecho, un estudio realizado en 2013 estableció que los bebés que escucharon regularmente una canción mientras estaban en el vientre fueron capaces de reconocer la melodía meses después de haber nacido. A su vez, un estudio de audición temprana, coloquialmente llamado “La adicción fetal por las telenovelas”, descubrió que, a los pocos días de haber nacido, los bebés cuyas madres veían telenovelas con regularidad durante el embarazo se concentrarían en la televisión al escuchar el tema musical.
Gracias a la exposición continua, los bebés siguen afinando su “oído musical” conforme van creciendo. Desde muy temprana edad, investigadores han reportado que los niños poseen habilidades musicales impresionantes, incluyendo “la habilidad para discernir y predecir los compases del ritmo, percibir tonos y recordar la melodía, además de moverse espontáneamente con la música”. Esto se comprobó usando música pregrabada, pero la investigación muestra que los niños se benefician más cuando los padres son los que les cantan. Esto se debe a que la clave está en la interacción y el involucramiento activo. Tómenle las manos a su bebé, usen un juguete o hagan muecas… lo que sea que les funcione. Su hija se beneficiará mientras se estén concentrando en ella.
Cuando le cantan a su bebé, le están dando lo que más desea en este mundo: su completa y total atención. Ustedes crearán una oportunidad para tener interacciones significativas que le enseñen a su hija cómo escuchar y responder. Aplaudir, hacer contacto visual y cantar el nombre de su bebé son maneras de fortalecer sus habilidades de socialización y comunicación. Con el tiempo, comenzarán a notar que su pequeña presta más atención, busca de dónde vienen las voces y comienza a mirarlos directamente a los ojos. Entre más le canten mientras van en el auto o le cambian el pañal, ella estará más sintonizada con sus voces y su vínculo con ustedes se fortalecerá.
Estas son algunas maneras en que ustedes y su bebé se benefician con el canto:
- Las canciones le ayudarán a su bebé a adquirir y entender nuevo vocabulario.
- Los niños que son expuestos regularmente a la música y el canto desarrollan el ritmo y otras habilidades musicales con mayor facilidad.
- Su vínculo familiar se fortalece. Su hija comenzará a reconocer sus voces y rostros.
- Cantar es una excelente forma de marcar transiciones. Canten cierta canción antes de bañarla, otra antes de dormir, y otra para despertarla.
- Pero lo más importante de todo, ¡es que su bebé sabrá que la aman!
Incluso si no son buenos cantantes, ¡no se preocupen! Seguro que a su bebé no le importará. Conforme crezca, se darán cuenta de que cantar es una valiosa herramienta para estimular otras áreas del desarrollo. ¡Feliz concierto!
Myrna García es una psicóloga clínica con especialidad en Educación Temprana y Preescolar. Se ha especializado en los problemas de aprendizaje infantil y ha trabajado con niños de todas las edades. Ha sido profesora de preescolar, ha trabajado con niños en los programas CTIM y también ha sido profesora de segunda lengua. Myrna se interesa mucho por el Desarrollo de la Infancia Temprana y quiere seguir ayudando a los padres a estar informados y a seguir trabajando con sus hijos.