Puntos clave:
- Los investigadores han realizado un estudio longitudinal de 70.000 personas nacidas en el Reino Unido durante un período de 70 años, recopilando información sobre su salud física y mental, educación, empleo, familia, paternidad, actitudes sociales y capacidades cognitivas.
- El estudio ha descubierto que a los niños nacidos en la pobreza, en promedio, les va peor en todos los aspectos, y que la crianza de los hijos es importante para ayudar a los niños a prosperar.
- Los comportamientos de los padres asociados con mejores resultados incluyen hablar y escuchar a sus hijos, comunicar un interés y una ambición claros para su futuro, ser cálidos y cariñosos, enseñarles letras y números, ir de excursión juntos, leerles todos los días y mantener una hora habitual de acostarse.
- Pasar tiempo de calidad con los niños, incluso en actividades rutinarias, tiene un gran impacto en su futuro, y cada pequeña cosa que hacen los padres cuenta.
Después de la Segunda Guerra Mundial, investigadores británicos quisieron estudiar las condiciones de las madres en el país. Decidieron censar a todas las mujeres que dieron a luz en un periodo específico de una semana del año de 1946 y recolectaron 14,000 meticulosos cuestionarios sobre cuál había sido su experiencia de parto en la Inglaterra de ese tiempo. Esto se ha estado repitiendo, generación tras generación, y ahora el estudio cuenta con datos de 70,000 individuos y después de 70 años se continúan investigando las vidas de los participantes. Los cuestionarios preguntan información sobre educación, empleo, familia, crianza y salud física y mental. También se consideran las actitudes sociales y se aplican pruebas cognitivas a diferentes edades.
Aunque se han hecho muchos descubrimientos gracias a este estudio, Helen Pearson (periodista, autora y madre) enfatiza dos puntos clave. Su primera conclusión es que, en promedio, los niños que nacen en ambientes de pobreza tienen mayores dificultades a lo largo de su vida. Esto no sorprende a nadie, pero es importante mencionarlo porque se relaciona directamente con el segundo punto: la crianza sí importa.
Los investigadores compararon a niños que habían nacido en ambientes desventajosos similares y los monitorearon para ver quiénes lograban salir adelante y por qué. Esto permitió precisar qué conductas de crianza eran las más significativas al momento de ayudar a los pequeños a desarrollarse y alcanzar su potencial. La buena noticia es que la mayoría de estas acciones puede realizarlas cualquier padre de familia, sin importar su estatus socioeconómico.
Estas son algunas de las cosas que hacen los padres y que se han asociado con los mejores resultados:
• Hablar y escuchar a sus hijos
• Comunicar claramente un interés y ambición por su futuro
• Ser cariñoso y sensible
• Enseñarles a leer, escribir y contar
• Salir de excursión juntos
• Leer con ellos todos los días
• Promover la lectura por placer
• Mantener una hora de dormir regular
Aunque la mayoría (¡o todas!) son bastante obvias, también son cosas tan simples que a veces las olvidamos o las hacemos a un lado por culpa de nuestras agendas saturadas y por nuestra tendencia a complicarlo todo. Pasar tiempo de calidad con nuestros hijos es justo eso: ¡tomarnos el tiempo de observarlos, escuchar con atención lo que dicen y participar en la conversación! Cuando se trata de criar niños, cada detalle cuenta. Aunque nos parezca algo banal, son cosas que significan mucho para los pequeños. Ellos lo notan y lo aprecian. Las pequeñas cosas que hacen juntos, aunque formen parte de la rutina, son las que cuentan y tendrán un gran impacto en su futuro.