Puntos clave:
1. Alrededor de los dos años, los niños comprenden más y empiezan a usar más palabras y formar frases.
2. Evita comparar las habilidades lingüísticas de tu hijo con otros de la misma edad; el desarrollo varía.
3. Escucha sus preguntas mientras exploran el «por qué,» «qué» y «cómo».
4. Si te preocupa el desarrollo del lenguaje, consulta a un pediatra para descartar problemas físicos como dificultades auditivas.
Para su segundo cumpleaños, tu pequeño ya entenderá casi todo lo que le digas y su vocabulario se habrá ampliado significativamente, sabrá decir alrededor de cincuenta palabras. A lo largo de este año, tu hijo comenzará a hablar más con oraciones completas de cuatro o seis palabras, pero tendrás que «traducirle» a otras personas lo que dice porque su pronunciación aún no se desarrolla completamente. Un vocabulario más amplio conlleva un mejor uso del lenguaje para expresar ideas y deseos, ¡préstales atención! También, el desarrollo de sus habilidades lingüísticas traerá consigo una etapa de descubrimientos con toda una nueva gama de preguntas sobre el qué, el por qué y el cómo de las cosas.
Evita la tentación de comparar las habilidades verbales de tu hijo con las de otros niños de su edad. Esta es una etapa con muchas variaciones. Algunos niños desarrollan su lenguaje a un ritmo constante mientras que otros no. Unos niños son más parlanchines que otros, pero eso no significa que sean más inteligentes o que tengan un vocabulario más amplio, simplemente los que son más callados son más selectivos a la hora de hablar. Estas variaciones desaparecer al momento en que los niños alcanzan la edad escolar
Si te preocupa que tu hijo tenga problemas del lenguaje habla con tu pediatra. Primero descartará que haya algún problema físico que esté retrasando la adquisición del habla, como la acumulación de fluido en los oídos o problemas de coordinación entre la boca y los músculos de la garganta. Uno de cada diez o quince niños tiene problemas del lenguaje o de comprensión. Una detección temprana de este retraso o de problemas auditivos es crucial para que no se afecte el aprendizaje en otras áreas del desarrollo.
Fomenta las habilidades lingüísticas de tu hijo incluyendo la lectura en su rutina diaria. Esta es una actividad perfecta para acercarte emocionalmente a él porque pueden acurrucarse juntos a leer. A esta edad tu hijo será capaz de seguir la trama de historias sencillas y de recordar partes del cuento.
